BUSCAR EL ENCUENTRO EN LA MODERACIÓN

Mientras la economía española sufre claros signos de desaceleración, el radicalismo independentista sigue adelante y se deja a Navarra a merced de Bildu, los políticos toman vacaciones.

No me parece mal sino al contrario, es descanso necesario para los políticos y para todas las personas, pero España no esta para fiestas con una crisis política fruto de la radicalidad, del abandono de la moderación y de la incompetencia.

Más que nunca España, necesita la ayuda de todos y para eso es necesario buscar la centralidad y no los extremos que es lo que ha hecho desde su investidura el señor Sánchez, teniendo como respuesta también posiciones radicales, al menos alguna, del centro derecha.

Así es imposible el acuerdo, no puede ser que los que quieren romper España sean los que la dirijan y por ello no hay que dejar a los independentistas ni a los radicales que tengan protagonismo alguno.

Sólo hay una solución cabal, el encuentro de la moderación, del bien común y de un autentico servicio a España, lo demás será seguir en la crisis y la radicalización.

INCAPACIDAD PARA EL PACTO

Mientras la economía se ralentiza y comienza la preocupación, los partidos políticos españoles, siguen demostrando su incapacidad para el pacto y su falta de sentido común.

El señor Sánchez, debiera de ser claro en sus pretensiones y ofrecer un pacto claro al centro derecha, un pacto, que obligara al acuerdo y no pedir la abstención sin más .

Hace bien el señor Sánchez en no querer a Podemos en el gobierno, por lo tanto debiera buscar otra alternativa de forma clara y no reunirse con entidades sociales que nada pueden hacer políticamente, a no ser que los que se pretenda es “marear la perdiz” para ir a elecciones.

La irresponsabilidad de unos y otros es total, pues sólo están pendientes de su poder y de su estrategia electoral.

Ante todo ello, se puede hablar de crisis total, pues tanto el gobierno como la oposición envían un mensaje negativo a la sociedad, lo crea que aún más descrédito a la clase política.

NUNCA HEMOS SIDO MENOS LIBRES

Estoy totalmente de acuerdo con Arturo Pérez-Reverte, cuando dice que nunca hemos sido menos libres que ahora.

Bajo la apariencia de libertad absoluta, existe más control que nunca sobre las personas.

Los políticamente correcto, dictado por unos pocos pero poderosos, estigmatiza a todo aquel que piense por si mismo y exprese una opinión distinta a lo que interesa al poder establecido.

Esta prohibido pensar, porque el desarrollar ideas es ser libre y en el fondo hay mucho totalitarismo e intransigencia.

La herencia del marxismo más recalcitrante, es la falta de libertad y tolerancia, aunque se quiera disimular hablando continuamente de libertad.

Hay que pensar como quieren ciertos “gurús” de medios influyentes, bien aderezados de magníficos contratos con muchos ceros, por lo tanto quien tenga la valentía de llevar la contraria, aunque sea de forma respetuosa será un retrogrado o un “facha” y aparecerá como alguien malvado o monstruoso.

Mal momento para la convivencia, cuando el silencio cómplice de tantos permite estas cosas.

Vivimos un momento para valientes y de esos que equivocándose o acertando digan lo que sientan, hay muy pocos.

ESPECIALISTAS EN LA PARÁLISIS

Es vergonzoso, que un pequeño grupo de opinión, respetable por su puesto, pero mínimo en número, se dedique a pontificar sobre lo que es correcto hacer o no hacer en Santander, parecen especialistas en la “parálisis”, casi nunca proponen nada positivo.

La última critica es al rompeolas que se quiere instalar en la entrada de Puertochico que por cierto es casi inapreciable y móvil es decir se puede retirar.

Basta que aparezca una pagina de opinión en contra, para que se prepare la protesta y se paralice todo, como hemos visto en los espigones de la Magdalena.

Hay unos pocos, que parecen creerse superiores a los demás y tienen la sabiduría suficiente para decir lo que hay que hacer en cada momento, la verdad es que es una pena, que personas de tanta valía no se encuentren ocupando puestos de responsabilidad y así no tendríamos ni necesidad de ir a votar.

Todas las opiniones deben de ser respetadas por supuesto, pero una cosa es eso y otra muy distinta es que unos pocos impongan su voluntad a la mayoría silenciosa.

Santander, tiene que avanzar, las ciudades y los entornos son dinámicos y la parálisis casi nunca conduce a nada bueno, aunque haya cuestiones que deban de ser protegidas y conservadas.

 

ESPAÑA EN UNA ENCRUCIJADA PELIGROSA

Navarra, se ha convertido en una pieza más del engranaje nacionalista vasco para incrementar su territorio y su poder.

Es una autentica vergüenza, el entreguismo del gobierno a los deseos del independentismo vasco, lo que no deja de ser de una gravedad de imprevisibles consecuencias a medio plazo.

Tanto el PSOE como el PP han alcanzando pactos en tiempos pasados sumamente beneficiosos para el PNV, pero lo que ocurre ahora en Navarra, donde se dependerá de Bildu para poder gobernar es un autentico escándalo y casi una traición a la memoria de tantas víctimas.

España, se encuentra en una encrucijada sumamente peligrosa para su futuro y su convivencia; se esta dando credibilidad y poder a la mentira del nacionalismo vasco y por otro lado en Cataluña parece darse por perdida la partida al nacionalismo más reaccionario y corrosivo.

No todo debiera valer en política como en la propia vida, pero una sociedad adormecida y sin criterios firmes, es muy propicia a este tipo de situaciones.

LOS POLÍTICOS Y SU MUNDO IRREAL

Tenemos una ralentización económica clara, a la vuelta de esquina, ERES de varios cientos de personas en el sector del automóvil, la deuda pública batiendo marcas, reformas muy importantes por hacer, como el asunto de las pensiones y su futuro, la financiación autonómica y aquí nadie dice nada.

Los políticos en su mundo irreal y sus “cuentos” de hadas por un lado y por otro, tratando de dividir a los españoles, es decidir, haciendo daño a la convivencia y complicando nuestro futuro como nación con pactos incomprensibles.

A derecha e izquierda, tenemos la peor clase política de los últimos cuarenta años, una clase política egoísta e incompetente en la mayoría de los casos y unos partidos políticos que se han convertido en el fiel reflejo de una sociedad, mal informada y sin valores, que se precipita por el camino de la mediocridad y la apatía en medio de “populismos” trasnochados.

El mayor problema que tiene la democracia española, es la falta de élites políticas bien formadas y con experiencias en otros campos, que sepan priorizar las necesidades de la sociedad y decir a la misma todas la verdad.

PROFUNDA CRISIS DE VALORES

La profunda crisis de valores que vive España, se ha trasladado directamente a los diferentes partidos políticos del arco parlamentario, se puede decir, que ninguno se libra de estar afectado por la profunda crisis de valores de la sociedad española, lo que les lleva a la incoherencia y continuas mentiras.

Los partidos políticos, se están convirtiendo en maquinas de poder por el poder y no instrumentos útiles al servicio de ciudadanos.

Se han convertido en grandes agencias de colocación de afiliados, los más cercanos, y son capaces de retorcer la ley como acabamos de ver recientemente para buscar acomodo en cualquier institución.

La sociedad, no reacciona, porque en el fondo ve normal ciertos comportamientos, que no son denunciados por los medios de comunicación, también afectados por sendas crisis: de valores y económica.

Nos quedan años por delante complicados y llenos de incoherencias por parte de una sociedad en términos generales, enferma y sin valores, aunque lógicamente hay muchas personas e instituciones que actúan de forma ejemplar.