LAS “COLAS”

Recuerdo mi viaje a Budapest, todavía bajo mandato comunista; mi primera impresión, se produjo en el avión al entrar en el espacio aéreo de Hungría, el comandante del 737 de Lufthansa, nos aviso de que a partir de ese momento no podíamos tomar fotos desde el avión, me pregunte para mi mismo que fotos podíamos tomar cuando estábamos a 30.000 pies de altura.

Llegamos al viejo y “descarrachado” aeropuerto de Budapest y prácticamente no había aviones comerciales, muy pocos, pero nos encontramos con la primera “cola”, una “cola” muy formada por los pasajeros del vuelo procedente de Frankfurt en el que habíamos viajado.

Las “colas” siguieron siendo algo común en nuestro viaje a pesar del buen trato que recibimos.

Si uno viaja a Cuba verá ”colas” para todo, hasta para la cosa más insignificante.

También eras famosas las “colas” en Rusia, ahora no lo se pero antes eran muy largas.

Y ahora en España, debido a la “pandemia” y a este Gobierno de izquierdas radical, tenemos “colas”.

“Colas” para ir a comprar el pan por aquello de la seguridad, “colas” ante las entidades bancarias, “colas” ante los organismos públicos, “colas” ante los ambulatorios.

En definitiva “colas” y más “colas”. No son otra cosa que una falta de respeto a la libertad del individuo, una forma de sometimiento al poder que sea, que va impregnando poco a poco nuestras conciencias.

Es en definitiva, una síntoma de que no funciona casi nada y una idea de lo que es el llamado progresismo: una gran mentira.    

DESATAR LAS CADENAS

Una de las muestras más evidentes de que la vida económica y comercial de un país o de una región es floreciente es el tráfico aéreo.

Les invito a que entren en la aplicación de FLYRADAR y podrán comprobar dos ejemplos totalmente distintos: Por un lado Estados Unidos donde el tráfico aéreo habitual se está recobrando de forma muy rápida, pueden observar el impresionante número de aparatos en el aire, por el contrario en Europa y sobre todo sobre el espacio aéreo español, vemos una autentica ruina, pocos aviones en vuelo, poca actividad.

Es la prueba que la recuperación económica, se esta iniciando en Estados Unidos, mientras que Europa y sobre todo en España no se sale del “bucle” de la restricciones y de las prohibiciones, en realidad del camino hacia “la ruina”.

Si los españoles estuviéramos seguros de que los confinamientos son la única solución, no tendríamos dudas en apoyarlos, pero se observa que Comunidades que llevan meses y meses con cierres y restricciones siguen en la misma situación.

La falta de ideas de nuestros dirigentes nos lleva a que al dolor y muerte que causa el virus que vino de China, se nos añade el dolor y la desesperación de la ruina que causan medidas desproporcionadas y llenas de incoherencias.

Sólo, desde la recuperación económica y social, podremos acometer las reformas profundas que necesita nuestro sistema sanitario y salir de este “bucle” pernicioso que tiene a la población indefensa.

A este ritmo Europa y en concreto España, padecerán una crisis más prolongada y dolorosa, es por lo tanto urgente desatar las cadenas.

 

“EL AGUA MANSA”

Dejo su cargo de Ministro de Sanidad, Salvador Illa y en una de sus numerosas despedidas ha dicho que “no se arrepiente de nada”, lo dice y se queda tan tranquilo.

Al señor Illa, se le podría recordar el siguiente dicho popular: “líbrame del agua mansa que de la corriente ya me libro yo”.

Tras su voz pausada, que parece que no haber roto “un plato” en su vida, parece haber bastante sectarismo y ha acumulado decisiones en las que ha mentido de forma clara, sin pedir perdón.

Partiendo de la base que cualquier Ministro de Sanidad en las presentes condiciones, lo tendría muy mal y siempre su actuación sería controvertida, el señor Illa no ha querido escuchar nada más que a su entorno, no ha querido explorar otras soluciones y sobre todo siempre que ha podido, ha mostrado estar más pendiente de los intereses y cálculos de “marketing” de la Moncloa que de otras cuestiones más importantes.

Pero volviendo a su frase “no arrepentirse de nada”, creo que es de lo más desafortunado que se ha escuchado últimamente en política.

Todos, tenemos fallos, errores y tenemos que mostrar capacidad de corregirlos, por lo que no arrepentirse de nada entra en la fase de creerse poco menos que infalible, lo que le califica como persona y político.

“Menos mal que este señor era el moderado”.    

LA LLEGADA DE LAS CIGUEÑAS

Ya llegan de nuevo las cigüeñas a los espadañales, haciendo verdad, una vez más, el refrán: “por San Blas la cigüeña veras”, San Blas, se celebra cada tres de febrero.

Los días son ya más largos y la luz invade el espacio; la luz tan deseada, después de un invierno duro en lo climatológico y en lo social con tantas muertes y sufrimiento.

Pero la luz, obra de la creación de Dios, se abre paso, los campos, empiezan a florecer y los arboles tienen ya los primeros brotes.

Nadie para la creación, sólo Dios puede, por tanto la luz vence una vez más sobre las tinieblas. La luz, nos trae la ilusión la alegría de vivir, de ser, de mirar al futuro con esperanza, un futuro que nadie sobre esta tierra tiene derecho a hurtar, por ello la luz, es decir la esperanza vencerá.

La primavera nos espera, y nosotros debemos de abrir nuestro interior a una primavera personal, enfocada al bien, al abrazo amigo, a la conversación sencilla al encuentro de unos y otros.

Salgamos, disfrutemos del aire, de la naturaleza, del sol del encuentro personal con Dios, que nos hizo libres y como tal tenemos derecho a vivir. Nadie puede hurtarnos la libertad, aunque algunos lo pretendan, representan las tinieblas, pero las tinieblas nunca se impusieron a la luz.

Como dijo Benjamín Franklin: “Aquellos que están dispuestos a renunciar a la libertad para obtener un poco de seguridad temporal, no merecen ni libertad ni seguridad”.

Ya llegan las cigüeñas a los espadañales, a las almenas y a las torres, traen en su pico la esperanza, la luz y la alegría de vivir; que ningún príncipe de las tinieblas nos podrá arrebatar, estemos atentos.    

¿TENEMOS MOTIVOS PARA CREER A NUESTRO POLÍTICOS?

Les hago una pregunta desde el punto de vista de buscar una reflexión.

¿Tenemos los ciudadanos españoles motivos para creer a nuestros políticos?

Es injusto generalizar y por lo tanto vamos a referirnos sólo al Gobierno y a las cúpulas de las Comunidades Autónomas.

Creo sinceramente que no, la mentira o la media verdad se ha convertido en algo muy habitual, lo que crea un problema muy grave a la hora de dialogar y entendernos sobre bases firmes.

Todo se está supeditando al interés partidista ideológico y al marketing político, lo que propicia que los problemas de fondo no se solucionen, propicia también que todo sea superfluo y aparente.

Para colmo de males, la falta de credibilidad se aumenta por parte de demasiados medios de comunicación, que en casi “quiebra técnica” están sólo pendientes de las ayudas del Gobierno de turno, lo que acaba haciéndoles rehenes de un servilismo que les impide hacer critica alguna al poder de turno.

Por lo tanto y como conclusión podemos afirmar que la mentira se ha convertido en un virus tan peligroso a largo plazo como el COVID-19 porque nos impide buscar soluciones reales a nuestros problemas.

NO SOMOS CULPABLES

 

Se está aprovechando, quiero suponer involuntariamente, la responsabilidad de las personas de bien en torno a las medidas de protección respecto al virus “chino” para insuflar miedo.

Si, parece que los ciudadanos somos los culpables de que exista este virus y para ello nos sacan imágenes de grupos aislados e irresponsables que no cumplen las normas y hacen “botellón” o fiestas privadas, cuando lo cierto es que la mayoría de la personas son responsables.

Se nos está inyectando en vena no sólo miedo, sino sentido de culpabilidad, algo grotesco si no fuera porque es una manipulación en toda regla de los sentimientos humanos más nobles.

No, claro que no somos culpables de nada, la inmensa mayoría de los ciudadanos y si lo son aquellos políticos ineficaces y mentirosos que toman medidas draconianas y que no supieron ver la llegada de la enfermedad y tomar medidas previamente.

Los ciudadanos no sólo somos culpables de nada, sino somos los que sufrimos las políticas descabelladas en materia sanitaria que parecen por ejemplo haber olvidado la medicina preventiva.

Un poco de respeto al sentido común por favor

PEDIR RESPONSABILIDADES

En una información muy interesante de El Diario Montañés, se recoge que dos de cada tres personas fallecidas el pasado año en Cantabria por COVID eran personas que estaban en residencias.

Este hecho, demuestra varias cosas: por un lado que no funciono en absoluto el sistema sanitario, ni la coordinación con la residencias.

Por otro lado, la deficiente información facilitada por China, hizo que no se conociera la gravedad de la enfermedad, ni los tratamientos, no hay que olvidarse que a mediados del mes de Enero la OMS decía que el COVID no se podía contagiar de persona a persona, también que muchas residencias se quedaron desbordadas por falta de atención sanitaria y por el propio contagio del personal, quedando patente que no tenemos unos de los mejores sistemas sanitarios del mundo ni mucho menos y que un cumulo de causas que hubieran sido evitables hizo que murieran muchas personas solas y sin una atención digna.

En cualquier país serio se abriría una investigación sobre el sistema sanitario y sus fallos, sobre los responsables políticos, que después de tal “descalabro”, sólo hablan de confinar, prohibir, culpar en vez de prevenir, curar, dar esperanza y tomar medidas que la sociedad entienda y valore.

Los datos son demoledores, nos hablan de segunda ola, tercera ola y pronto nos hablaran de cuarta ola; pero la verdad es que el “tsunami” autentico se produjo en marzo, abril y mayo, me refiero en fallecimientos, y ahora nada es comparable con aquello afortunadamente por lo que se debiera de dejar de “meter miedo” a todas horas y empezar a dejarnos vivir y trabajar.      

INCAPACES DE IMPLEMENTAR MEDIDAS NECESARIAS

Tenemos un Gobierno de España, rehén de la extrema izquierda, e incapaz de implementar las importantes reformas que necesita España, para poder ser en el futuro un país viable nada menos.

Vemos, que las reformas que por un lado el propio Gobierno promete a Bruselas a través de la señora Calviño a los pocos días desaparecen, porque Podemos boicotea ante Sánchez cualquier reforma coherente.

El Presidente del Gobierno, el señor Sánchez, es consentidor de tal situación con tal de seguir un día más en la Moncloa. En un acto de irresponsabilidad el Presidente del Ejecutivo, no tiene ningún plan para sacar este país de la situación de crisis y mucho menos para controlar el continuo aumento de la deuda que es “la soga con lazo corredizo” que nos acabará asfixiando.

No se si la señora Calviño y el señor Escrivá debiera de dimitir, igual prefieren hacer “un Solbes” y “tragar” con todo, lo que les haría cómplices del desastre que se avecina.

No tiene recorrido sensato este Gobierno, sólo un recorrido el utilizar el BOE y tener contentos a algunos medios de comunicación que no están cumpliendo con el deber de informar de lo que está ocurriendo y avisar a los españoles de tanto desaguisado.

Los españoles, vivimos un momento crítico: un Gobierno, sin capacidad de políticas sensatas, con una oposición muy débil y sin criterio y unos medios de comunicación en su gran parte, como dice José María García, poco más que “quebrados”, es decir, tenemos la tormenta perfecta para que todo salga mal.

Sólo la voluntad de los españoles de bien y la ayuda del Señor, nos puede salvar.

DE VACACIONES

La falta de vergüenza de una parte importante de la clase política, en altas instancias, roza la “cara dura” .

Ya sabemos que en Enero hay vacaciones parlamentarias y no es habitualmente un periodo hábil de sesiones en el Congreso de los Diputados, salvo excepciones; pero en España, vivimos una excepción al estar en medio de una pandemia con miles de personas en ERTES, con la hostelería y el comercio en situación limite y con muchos problemas de diversa índole.

“Los diputados, están cansados, están agotados de tanto trabajar y sufrir por los españoles”.

El Gobierno, no quiere control parlamentario, no quiere que nadie le lleva la contraria y la oposición esta escondida, esta en la estrategia, como hace el PP, sin darse cuenta que no es tiempo de estrategias, ni de marketing, sino de propuestas y defensas de idea y valores.

Así no salimos de esta crisis, con una clase política inoperante y para colmo unos medios de comunicación, incapaces de contar tanta incompetencia.

Ni Sánchez, ni Iglesias, ni Casado, ni Abascal, ni Arrimadas, están dando la talla ante una situación tan grave como la que vivimos.

A todos ellos si que habría que mandarles al ERE definitivo.

España, necesita políticos capacitados y con conocimientos, capaces de decir la verdad y transmitir ilusión y certezas a una sociedad al límite de sus fuerzas.

 

¿LOCURA?

Estamos llegando a “la locura”, al extremismo de decisiones no comprobadas y a claras vulneraciones de la Constitución; alguien debe de actuar, la sociedad debe e despertar.

Resulta, que en los autobuses urbanos e interurbanos de La Rioja según acabo de leer, se va a prohibir hablar a los viajeros y hablar por teléfono.

No tienen los políticos ni técnicos soporte legal alguno, ni soporte moral, pues es algo que nadie ha comprobado.

Sin querer comparar este tipo de decisiones, parecen más de dictaduras tremendas y de estados totalitarios.

Los derechos humanos, la Constitución, los diferentes tratados internacionales son vulnerados y es necesario que alguien pare todo esto.

Me pregunto que hacen estos periodistas de radio, televisión y prensa importantes, que tienen grandes contratos, me refiero a ellos porque al contrario de la mayoría de los profesionales que reciben un salario mas bien pequeño, si tienen poder para denunciar la vulneración de derechos y libertades y para buscar la verdad.

¿Me pregunto si no quieren la defensa de la libertad?.