Mes: noviembre 2020

Ya se que es como “predicar en el desierto”, pero los medios de comunicación en general, casi todos, debieran mirar hacia su interior y analizar si están dando un servicio público sobre la pandemia o lo que realmente están haciendo es crear una “paranoia” general a base de dedicar grandes espacios en periódicos y el noventa por ciento de los informativos de radio y televisión al CoVID-19.

Hablan del número de casos detectados, que no son otra cosa que personas que han dado positivo en un PCR con el margen de error que tienen y mezclan fallecidos en el caso de las televisiones con imágenes de archivo de las UVIS.

No se trata de esconder los fallecidos, ni negar la pandemia, ni mucho menos, la pregunta es :¿Porqué no se sacan las UVIS con los fallecidos por enfermedades del corazón o de cáncer?. La situación en las UVIS son siempre extremas e igual de dramáticas.

COVID-19 a todas horas, pero el número de fallecimientos es infinitamente menor que por enfermedades coronarias, se olvida el sufrimiento de otras personas y seguimos con el COVID-19, pero no sabemos que dicen las autopsias, ni mucho menos se trabaja en una labor de protección con vitamina D como piden muchos especialistas.

Todo ello ha generado la división de la sociedad, entre buenos y malos.

Son buenos los que obedecen al Gobierno y a los medios y no cuestionan nada, son malos, aquellos que tratan de preguntarse aspectos que no entienden o que su sentido les pone en dudas, aunque por supuesto, no nieguen la enfermedad.

Del miedo no puede salir nada bueno, el miedo, paraliza y nos crispa.

Los seres humanos obedecemos por convicción, interés o miedo.

El miedo actual, se induce exagerando una situación real y convirtiéndola mediáticamente en una situación extrema, se consigue así una inducción individual que es paralizante y que deja a la persona incluso sin capacidad para razonar de forma equilibrada, debido a la presión externa, en este caso, de los medios de comunicación y del propio poder.

Ante esta situación, las personas reaccionan imponiéndose sólo la necesidad de sobrevivir y queda anulada gran parte de la capacidad crítica sobre la realidad al crearse una realidad paralela que parece autentica aunque no lo sea.

El daño ya esta hecho y será después muy difícil recobrar el sentido autentico de la libertad.

 

 

Ignorancia, sectarismo o las dos cosas la vez. Ayer sábado en la televisión cabecera de la izquierda mediática, los españoles que creemos nos queda un poco de sentido común todavía, a pesar de escuchar a diario a tanto irresponsable, pudimos ver y oír como uno de los contertulios, profesor de Universidad y creo que epidemiólogo, dijo con todo su “cuajo” más o menos, que no se debieran iluminar las ciudades en Navidad, porque claro así la gente sale y se pude concentrar, lo decía en referencia a Madrid.

Tamaña estupidez con perdón y sin ánimo de faltar a nadie, sólo se puede decir desde la ignorancia o el sectarismo, como creo que no es ignorante la persona que lo dijo si es sectaria.

Daba pena ver como a algunos de los “tertulianos” parecía darles rabia que la gente salga a la calle aunque sea con mascarillas, es decir, estaban enfadados o al menos lo parecían porque la gente salió por las ciudades de toda España y gran parte de Europa.

Es decir, tienen puesta la “maquina” del miedo, espero que no sean conscientes del daño que hacen, porque si lo fueran sería para pedirles responsabilidades.

En vez de hablar de una prevención sensata y de tratamientos previos para tener las defensas preparadas, en vez de buscar protección a aquellas personas con otros padecimientos que hacen que no tengan fuerte el sistema inmunitario; algunos de esto señores, se dedican a hablar de UVIS, confinamientos, miedo y terror; sin aportar un a solución equilibrada a una sociedad destrozada socialmente y aterrorizada por un virus que es grave en algunos casos y causa una mortalidad en el mundo del 1,15 en los países ricos según el Imperial Collage y del 0,23 en los países pobres por tener una población más joven y del 0,1 en los menos de cuarenta años.

No se que pretenden metiendo tanto miedo, lo que si se es que queriéndolo o no, espero que no, están haciendo lo contrario que hay que hacer: dar esperanza y confianza de manera equilibrada.                                                                

China además de ser un elemento desestabilizador de los países con libertad, se ha convertido en una gran cárcel, donde la opinión libre es totalmente oprimida.

Hace unos días según publica el diario El MUNDO, la agencia de noticias japonesa Kyodo informaba que las autoridades de China habían emitido una “orden de mordaza” sobre el coronavirus a los médicos de Wuhan. Les advirtieron que podrían ser castigados por espionaje su revelaban lo que sucedió durante los días iniciales del brote.

Según la citada agencia de noticia japonesa, el Gobierno estaría intentando evitar una investigación externa sobre el origen del virus y la actuación de las propias autoridades al inicio de la pandemia.

Según se recoge en la noticia un médico de Wuhan declaro que las autoridades sanitarias les dijeron que sería castigado por la ley si revelaba su experiencia y se le podría imponer la pena de muerte.

Hay que recordar al oftalmólogo Li Wenhang que antes de morir a consecuencia del COVID_19 contó que las autoridades de Wuhan los silenciaron ya en el mes de diciembre al intentar compartir la preocupación sobre el nuevo virus.

La dictadura China, también ha extendido su acción a los activistas que se “camuflaron” como periodistas para conocer la realidad.

En concreto Zhang Zhan una abogada de 37 años que lleva ya cinco meses detenida, la fiscalía solicita cinco años de prisión por enviar información falsa a través de textos y videos.

Lo que ocurre en China, siempre muestra el terror de las dictaduras comunistas, un peligro latente para la libertad del ser humano, una ideología del mal.      

No me gusta hablar de nombres propios, sin embargo, me veo obligado a ello.

Me voy a referir a la Presidenta de la Comunidad de Madrid, la señora Isabel Díaz Ayuso.

Una mujer valiente y coherente, no es una política al uso de lo correctamente político, por ello es atacada de forma inmisericorde por aquellos a los presenta batalla ideológica.

Tiene una ventaja: cree en sus ideas y las defiende con pasión aunque pueda equivocarse a veces.

España, necesita lideres políticos honestos como esta señora, coherentes y con una capacidad de trabajo extraordinaria.

Los éxitos de Madrid están muy claros, por ello y por hacer frente a muchas falacias, se la ataca.

Acabará teniendo pronto problemas internos en su propio partido, por tratar de ser coherente y defender lo que cree ya que no corren tiempos para ello.

Puede ser la nueva “líder” de un PP que necesita retomar el rumbo y defender ideas y valores y olvidarse de cálculos electorales.      

El ataque que sufre por parte de los que quieren destruir España y la convivencia, demuestra que intenta ser valiente en defensa de su ideas de libertad y progreso.

Sólo falta que se parcele España y se ponga carteles de “se vende” razón aprobar los Presupuestos del Estado.

Se autoriza vender un cuartel del Ejercito en San Sebastián, considerado hasta minutos antes como estratégico, se quiere intervenir en la leyes fiscales de una Comunidad como Madrid porque tiene buenos resultados y eso no gusta a los independentistas, es decir, se esta produciendo una venta a saldo por esta unos meses más en la Moncloa.

Recuerda aquel ejemplo de un dirigente de la República que prometió a un pueblo construir una estación de ferrocarril aunque fuera sin trenes.

Si no fuera porque todo es muy serio, es para una obra de teatro cómico.

Unos presupuestos, basados en unos ingresos que no se van a producir y además lo saben, por lo tanto nacen de la mentira y la manipulación.

Unas cuentas del Estado, que serán los de la “puntilla” final a la recuperación y que nos dejaran con un endeudamiento inasumible y unos gastos estructurales consolidados que luego será muy difícil cortar. Un drama para España, en medio de la ignorancia de una gran parte de los españoles, que no son conscientes o no quieren serlo, de lo que se está haciendo debido a unos medios de comunicación incapaces de marcar una agenda con los problemas reales y no con lo que quiere el Gobierno.

Que el último cierre la puerta.

 

Escuchaba en una emisora del radio a al seis de la mañana y hablaba del COVID-19.

Más que dar información, parecía una sesión para aumentar el miedo y crear desesperanza, que grave irresponsabilidad.

Claro, que muchos seres queridos se nos han ido, debido al COVID-19, claro, que tenemos que tener precaución y medidas de higiene en manos; nadie en su sano juicio discute la existencia de la pandemia; pero no se trata sólo de eso, sino de se proporcionados en los juicios y no crear alarmas que obedecen a otros intereses.

Diecisiete millones de personas fallecen al año en el mundo por una enfermedad cardiovascular; según ACNUR 20,5 millones de niños no tienen el peso necesario para su desarrollo y 149 millones tienen un bajo crecimiento debido a la falta de alimentos.

En Afganistán, según la ONU fallecen diariamente cuatro personas de cada diez mil refugiados y siete millones de Afganos dependen de las ayudas alimentarias del exterior.

Vamos ahora con los datos del COVID, a fecha del 23 de noviembre un total de un millón de personas han fallecido por COVID, muchas con otras enfermedades anteriores: 704.204 en América, 371.419 en Europa, 262.263 en Asia, 49.636 en África y 1.112 en Oceanía.

¿De que estamos hablando? ¿Qué fariseísmo es este?.¿Qué se pretende?

El COVID-19 tiene una letalidad en torno al 0,6 por ciento. ¿Cómo es posible que se quiera cerrar un país y confinar a toda una población con estos datos?. La media de edad de los fallecidos se acerca a los 87 años, lo que es una media superior a la propia esperanza de vida en España.

No se habla de tratamiento preventivos, no se habla de protección de los mayores con medidas de todo tipo; sólo se habla de cerrar, prohibir, parar, meter miedo y quitar esperanza. Una manipulación. Lo más preocupante es que la población no se haga preguntas y luche por sus derechos y libertades.

 

 

Debemos de intentar saber la verdad, sobre la pandemia del COVID.

No se trata de que dudar de todo, pero racionalizar y evaluar por un mismo con criterios firmes.

Por ello y sin entrar a valorar si es más menos cierto, les voy a reproducir algún dato de personalidades de máximo nivel científico y con amplia trayectoria que dan su opinión permanentemente y curiosamente la mayoría de los grandes medios de comunicación ocultan, porque dado su prestigio anterior no se atreven a desprestigiarlos.

Ustedes juzguen como crean conveniente y hagan uso de su libertad para dar más o menos veracidad, en definitiva para dar más o menos crédito.

Empezaremos recogiendo las opiniones del doctor Hodkinson, uno de los patólogos más prestigiosos de Canadá y que fue Presidente del royal Collage de Medicina y Cirugía de Ottawa, es el actual director Western Medical Assessments, trabaja en patología como presidente ejecutivo de BIO-ID Diagnosis INC. , una empresa privada que desarrolla pruebas para identificar la infección por COVId-19.

Este importante científico ha dicho ante el Comité de Servicios Públicos y Comunitarios del Ayuntamiento de Edmonton (Alberta), donde fue invitado lo siguiente: “lo que voy a decir es lenguaje laico y franco”.

La conclusión (en referencia al Covid 19) es : ”Existe una histeria pública absolutamente infundada impulsada por los medios de comunicación y los políticos. Es indignante. Es el mayor engaño jamás perpetrado contra un público desprevenido”.

“No se puede hacer absolutamente nada para contener este virus, más que proteger a las personas más vulnerables. Debe considerarse como nada más que una mala temporada de gripe. Esto no ébola. No es SARS. Es política jugando a la medicina, -prosiguió- y ese es un juego muy peligroso”.

Se refirió a la pruebas PCR: “Estoy en el negocio de las pruebas de COVID. Quiero enfatizar que los resultados positivos NO, subrayados con neón, significan una infección clínica. Simplemente está impulsando la histeria pública y todas las pruebas deberían detenerse”.

El Doctor Hodkinson, aboga por proteger a los vulnerables, dándoles a todos los residentes en hogares de ancianos dosis diarias de vitamina D.

Será cierto del todo o no, pero al menos existirán otras opiniones.      

 

No veremos a ningún miembro del Gobierno de España en las colas ante las Cáritas Parroquiales o ante otras instituciones que se preocupan de ayudar a los más débiles de la sociedad, no verán en portada de los grandes medios, mucho menos de las televisiones una denuncia de la injusticia sobre lo que esta ocurriendo.

El “cuento chino” y nunca mejor definido de la frase mil veces repetida y salida del laboratorio de la Moncloa: “No dejaremos a nadie atrás” o “saldremos más fuertes de esta pandemia”.

Mentiras y más mentiras y falta de respeto y empatía con los trabajadores que están en ERTE o en paro y de los autónomos y empresarios que se están quedando sin reservas económicas y tienen que cerrar sus negocios.

Mientras nos sacan del baúl de los recuerdos la palabra resiléncia, la repiten como papagayos con grandes actos que son nada más que “humo” y más “humo”.

Con sus ideas sólo pretenden tener controlada a la población con un estado de alarma innecesario y por seis meses, para que todo el mundo tenga miedo y hacer lo que les plazca sin un mínimo respeto a una sociedad plural y por lo tanto en la que debiera imperar la sensatez y la moderación para buscar los equilibrios.

Despilfarro, gasto en apariencia e impostura. Menos mal que este era el Gobierno que venia a regenerar la vida política.      

Ha vuelto la censura a gran parte de la sociedad occidental, una censura especial que oculta las voces disonantes sobre la pandemia del Covid-19.

Es un hecho muy grave, porque censura se puede llamar cuando se oculta la opinión de prestigiosos científicos y médicos sobre el Covid-19 criticando las medidas restrictivas de muchos países o se trata de desprestigiar por ejemplo los datos de Covid-19 en Suecia, donde no ha habido medidas restrictivas y no es obligatorio el uso de mascarillas.

Hay censura cuando en Alemania, se manifiestan pequeños empresarios, autónomos y ciudadanos en general contra las medidas restrictivas y se dice que son personas “negacionistas”.

Algo pasa, y me gustaría saber lo que es, pero no lo sé.

Las televisiones por lo menos en España, no sed hacen eco de las manifestaciones sobre el Covid del Premio Nobel Michael LEVITT o del Dr. Hodkinson director ejecutivo de Werstern Medical Assessment y uno de los mejores patólogos de Canadá o del Profesor Mike Yedon, científico británico ex vicepresidente PFIZER GLOBAL y también jefe del área de Investigación Respiratoria y de Alergia o de Martin Kulldorff, epidemiólogo de Harvard y muchos más que tienen muchas dificultades para poder debatir y llevar sus posiciones totalmente opuestas a los confinamientos.

¿Qué miedo existe? . ¿Qué se pretende?. Estemos alerta y busquemos la verdad.      

Desde el máximo respeto a las víctimas por Covid-19 y a sus familiares y a todos aquellos que han dado sus vidas atendiéndoles en los primeros días de la pandemia, debemos de pensar sobre lo que está pasando.

Hay que decir que gran parte de los fallecimientos se han producido por desconocimiento de tratamientos y por fallos graves en nuestra estructuras sanitarias como en otros países.

China, nos engaño, como también actuó tarde y mal la OMS.

Pero ahora la ciencia tiene muchos más conocimientos y tratamientos y según los datos las persona sanas en gran parte de los casos nada tienen que temer.

Por lo tanto nada justifica los encierros, los “toques de queda”, la falta de libertades que están generando un problema mucho mayor.

Es la hora de protección a los colectivos más vulnerables y de la medicina preventiva que casi no se habla.

Turcker Carlson en uno de los periodistas más famosos de la televisión norteamericana ha trabajado en CNN y ahora trabaja en FOX ha dicho algo muy importante: “las cuarentenas por COVID-19 forman parte del plan de las élites globalistas para iniciar un reseteo de la sociedad con menos libertades civiles.

Durante su programa del pasado día 16 de noviembre dijo que los líderes políticos están presionando para controlar los detalles más íntimos de nuestras vidas.  

Busquen otras opiniones las hay de Premios Nobel y de muchos otros científicos, busquen la verdad desde la prudencia, cuídense vigilen la vitamina D y mantengan la distancia y por supuesto su libertad.

Tengamos cuidado, pero valoremos la libertad, que es un bien que Dios nos ha dado y que parece que algunos nos quieren quitar para hacernos como “máquinas”.