Mes: marzo 2021

Estamos ante un escándalo que puede ser en toda la Unión Europea de proporciones incalculables.

La conferencia de Ministros de Sanidad de Alemania, ha ordenado hoy Miércoles, suspender la inmunización contra el coronavirus con la vacuna Astrazaneca par los menores de sesenta años.

Los acontecimientos se han precipitado de nuevo y las autoridades germanas han tenido que tomar esta decisión después que el Hospital Universitario de la Cahrité de Berlín había ordenado suspender la vacunación, primero a mujeres menores de 55 años y después a todas las personas menores de 60 años. A esta medida preventiva se sumaron los estados federados de Baviera y Renania del Norte-Westfalia.

Los centros hospitalarios han registrado hasta ahora 31 casos de personas, en su mayor parte mujeres que sufrieron trombosis cerebrales, tras ser vacunadas con la vacuna de AstraZaneca.

La pregunta ante este escandalo y si la Agencia Europea del Medicamento, las autoridades que han tenido la irresponsabilidad de hablar repetidamente de una vacuna segura, serán llevadas a los Tribunales y los voceros que debieran de haber escuchado voces de grandes investigadores advirtiendo de posibles daños, pedirán perdón, por haber despreciado y tapado otras opiniones que hubieran enriquecido el debate científico.

Otras vacunas, según informaciones e medios alternativos están también teniendo reacciones graves, aunque es imposible cuantificarlos, algunos conocemos algún caso sospechoso de gravedad reciente al día siguiente de ser vacunado con otra vacuna distinta a AstraZaneca.

Es necesario que la población pida responsabilidades y la vacunación se haga previa receta médica, pues es incomprensible que para adquirir cualquier medicamento se solicite la receta médica y para poner una vacuna en fase de emergencia, no se asuman responsabilidades.

 

Articulo incontestable racionalmente, del Dr Luis de Benito Benito en su BLOG, no tiene desperdicio de sensatez y sentido común.

 

 

 

 

Cualquiera que no sea médico…

    Cuando se trata de opinar de fútbol, todos somos entrenadores. Igual que a toro pasado, todos somos Manolete. Y qué decir del ámbito de la medicina, cuántas palabras hemos aprendido este año de la mano de la prensa y los medios de comunicación. La gente habla sin empacho de anticuerpos que se parece a antimateria en el prefijo y las vacunas son tan familiares como la leche y que ambos vienen de la vaca. Sabemos lo que significa UCI y conocemos perfectamente que intubación es algo parecido al riego por goteo que seguramente se inventó en Italia. Nos metemos sin vergüenza a debatir de virus que ni siguiera los expertos se ponen de acuerdo en si son seres vivos o inventos desoftware y los secuenciamos al hilo de la isla de los famosos. O hablamos de mascarillas con el vago sentimiento de que cuantas más “efes” pronunciemos, es porque son más seguras.

    El anecdotario de disparates que hemos escuchado sería una antología desternillante si no fuera por el drama que ha traído para la sociedad. Pero ¿por qué usted que no tiene ni idea de medicina (me vienen a la cabeza en primera instancia unos periodistas apesebrados) no ejercita su discurso mental en razonar sobre aquello que no es necesario saber de medicina para forjarse una opinión? Diez pistas.

– Si de 47 millones de españoles han fallecido a causa del fenómeno COVID 70 mil (venga, sin rebajas) ¿cómo se encuentran de salud los supervivientes, 46.930.000 españoles? Aparte de acogotados, claro.

– Si de 100 personas que se infectaron por COVID menos del 1% falleció ¿quiere decir que el 99% de los que la padecen sobreviven?

– Si el 99% que sobrevive queda con inmunidad de haberlo pasado ¿para qué necesitan una vacuna? ¿Necesita vacuna una enfermedad con una letalidad inferior al 1%?

– De una medida aprobada por situación de emergencia y que según su ficha técnica debe ser prescrita por un médico ¿cuántas de las 6 millones de dosis españolas han sido aplicadas realmente tras una prescripción facultativa?

– Si del total de los fallecidos el 86% eran mayores de 75 años ¿cuál es el riesgo real de los menores de esa edad?

– Si ha aumentado la mortalidad en el inicio de este año comparado con otros años ¿habrá tenido algo que ver la vacunación en las residencias de ancianos? Algunas instituciones se quedaron con la mitad de los internos tras la vacunación… y este año no había gripe.

– Si la mascarilla protege y se ha hecho obligatoria junto con el aumento de los aislamientos o la promoción del pinchazo eficaz ¿por qué estamos esperando que aumente la afectación y lleguen nuevas “olas”?

– ¿Por qué los niños transmiten el virus a partir de una cierta edad y el día antes no? ¿Hay un cumpleaños para regalar mascarillas?

– ¿A quién contagio si voy por el monte caminando sin mascarilla o dentro de mi coche? 

– Si la situación es tan grave ¿por qué las autoridades están de vacaciones durante Semana Santa? ¿O es que ya se ha previsto que va a ser grave pero solo a la vuelta?

    Todas estas preguntas y muchas otras están en la mente de la población. Señores que elaboran noticias, respondan. Si tienen dudas médicas, pregunten a los médicos, no a los políticos. Me ofrezco a resolverlas en lo que mi ciencia da de sí. Pero quizás lo más urgente en estos momentos es que pregunten a los economistas por qué Europa detiene los fondos prometidos para España. Hasta del susto se ha estropeado el ordenador del SEPE y mucha gente se ha queda sin cobrar su prestación. ¿Es posible que el ordenador no se arregle hasta que suba la incidencia? Pues nada, a hacer PCRs. Es increíble el daño que provocan los virus, o la falta de ellos.

 

 

Mientras que Gibraltar, ya permite quitar las mascarillas y la normalidad es casi absoluta, la “maquina de miedo” de algunos de nuestros dirigentes sigue a “tope”.

En algunas regiones como Cantabria, llevamos meses sin más fallecimientos totales que en los últimos años; por otro lado, según OK Diario, llevamos en España cinco semanas con menos contagios de los que Sánchez fijó en su día para justificar el estado de alarma, pero se han arruinado las Procesiones de Semana Santa y la actividad turística y si nos quita la libertad sin ningún miramiento.

Todo ello a pesar de estudios como el realizado por el prestigioso DR John Ionnidis (Profesor de Medicina de la Universidad de Standford) que recoge que de cada estudio de seroprevalencia realizado hasta el momento con un artículo científico de respaldo(74 estimaciones de 61 estudios en 51 localidades diferentes en todo el mundo), la infección media, la tasa de supervivencia de la infección por COVID-19 es del 99,77 por ciento. Para los pacientes con COVID-19 menores de 70 años, el metanálisis encuentra una tasa de supervivencia de la infección del 99,95 por ciento.

La mejor estimación de los CDC (Centros para el control y Prevención de Enfermedades) de la tasa de mortalidad por infección para personas de 70 años o más, es del 5,4 por ciento, lo que significa que las personas mayores tienen una supervivencia del 94,6 por ciento. Para los niños y las personas de entre 20 y 30 años, presenta menos riesgo de mortalidad que la gripe. Para las personas de 60 años o más es mucho más peligroso que la gripe.

En definitiva estamos bloqueados por decisiones administrativas que nos quitan la libertad, nos roban la esperanza y nos impiden tener una vida normalizada, todo sobrealimentado por los medios de comunicación. ¿Hasta cuando?.

 

De éxito se puede calificar la primera concentración a favor de los espigones de la playa de La Magdalena.

Según la información de El Diario Montañés, más de doscientas personas se reunieron en el arenal solicitando que se concluya la obra y que no se retiren los espigones.

Enhorabuena, porque son muchos más que los veinte o veinticinco que se reunían solicitando su retirada, todos casi podían entrar en “un seiscientos”.

Los solicitaban los mismos que callan ante un ataque sin sentido a nuestros paisaje interior en las comarcas Pasiegas, queriendo llenar de aerogeneradores a diestro y siniestro, sin buscar una zona concreta y no diseminada.

Es decir, los señores que protestaban ante los espigones necesarios, callan ante los aerogeneradores, lo que demuestra que todo fue una operación política de ciertas “elites”, que se creen más entendidos y superiores a los demás.

Por cierto en contra de lo que piense algún político municipal, a mi me gustan los espigones, es más hacen más bonita la zona, además de conseguir su objetivo.

Es posible que mi gusto no sea exquisito, que le voy hacer, en esta cuestión, no tiene porque haber unanimidad.

Así estamos, Cantabria con perdón “desangrándose” económicamente y nuestro políticos queriendo tirar a la basura dos millones de euros.

No me extraña que desde hace 45 años no hagamos más que perder puestos en nuestro bienestar económico, lo ganamos “a pulso”.    

No suenan los tambores ni las cornetas y los pasos procesionales siguen un año más a refugio en su Parroquias y Capillas. Otro año más, nos han quitado la salida de los pasos, de las Procesiones, nos han querido quitar nuestro sentimientos más profundo, alguna política, hasta se atrevió a decir que este año no hay Semana Santa.

Pero claro que la hay, por supuesto: el pasado año, el virus o lo que sea, nos privó no sólo de la procesiones, sino del culto en las Iglesias que tuvo que retransmitirse a través de diferentes medios, este año nos privan unos supuestos técnicos o políticos que han sometido por error quiero pensar, a un tremendo miedo a toda una sociedad, aunque ahora los datos del número de fallecimientos en España no lo justifiquen, y no sean mayores que los últimos cuatro años y nada debiera permitir, tal ataque a la libertad y a las creencias.

No pueden quitarnos nuestra Semana Santa, que representa la expresión de un pueblo a través de su Fe, representa, una semilla de siglos en nuestro pensar y actuar.

Nos pueden hurtar los signos externos, nuestra expresión, pero no pueden ni nunca podrán quitar nuestro sentimientos.

La imágenes del Señor cargando con la cruz, las vemos hoy en aquellos que perdieron a un familiar querido, en aquellos a los que les cierran su comercio y les dice que es por cuestiones sanitarias, que ni los propios profesionales comparte en algunos casos, en aquellos que sufren porque han perdido su trabajo y no les llegan las ayudas.

En definitiva Jesús, Camino del Calvario, esta reflejado en tanto y tantos que sufren la injusticia y la mentira de una sociedad cobarde y manipulada.

Pero no nos quitaran la esperanza: La Resurrección, la victoria de la vida sobre la muerte, la victoria del bien sobre el mal, estará con nosotros y como tantas y tantas veces en la historia, la luz se abrirá paso a la espera de la Gloria definitiva.

Sólo Dios a través del bien, tiene asegurada la victoria y los poderes del infierno no prevalecerán. Feliz Pascua de Resurrección.              

Ahora en Cantabria, no hay ninguna pandemia, no lo digo yo lo dicen los datos del INE que facilitan el número de fallecidos, es más, llevamos meses sin pandemia.

Lo que manifiesto es verdad, si entendemos como pandemia un aumento importante en el número de fallecidos, cuestión que desde hace varios meses no ocurre en Cantabria.

No soy ni médico ni científico, y no tengo la desvergüenza de negar ninguna enfermedad ni digo que no hubo gran mortalidad a inicios del pasado año y que haya personas que han tenido sufrimiento, dolor y muerte.

Nada de ello lo niego, porque sería no buscar la verdad y no reconocer datos objetivos, además de tener respeto y cariño a las víctimas y sus familiares.

Sólo digo que no hay desde hace meses, un exceso de mortalidad en Cantabria, es más, en lo que llevamos de año ha habido menos fallecimientos que los últimos cuatro. No son datos inventados, son datos del INE.

Ante todo ello pido una explicación convincente a nuestras autoridades sobre las medidas que toman, que hubieran sido incomprensibles hasta hace un año, según el proceder de la OMS y que ahora se ponen en práctica arruinando todo. También digo lo que dice el Premio Nobel Michael Levitt, los confinamientos no han aportado evidencias que hayan supuesto un menor número de fallecimientos.  

Mientras en Cantabria, sin motivo alguno, los ciudadanos sólo recibimos amenazas en forma de declaraciones en las que parece que son siempre los ciudadanos los culpables de todo y los políticos responsables, personas inteligentes y sensatas.

Como esto siga así, veremos a nivel mundial a muchos, tener que dar explicaciones en los Tribunales.    

Se está insultando al sentido común y se ha perdido el respeto a los ciudadanos, algo mas propio de dictaduras.

La respuesta de la Ministra de Educación señora Celaá al diputado del PP señor Matarí , en un reciente Pleno del Congreso, padre de un hijo con síndrome de Dawn, en la que este destacaba la importancia de una educación especial adecuada a estos alumnos, es una muestra de la “miseria” que genera la política cuando se hace sectaria.

La respuesta, tratando de ridiculizar al diputado Popular en el sentido que estaba fuera de la realidad actual, es la muestra de que esta señora no tiene respeto a nada.

Ya en su etapa en el Gobierno del País Vasco demostró su prepotencia y su arrogancia aparte de ser una persona sin dotes para gestionar cargos de responsabilidad, precisamente, por sus formas e intolerancia.

Pero el problema está en el señor Sánchez, que tiene el Consejo de Ministros más ineficaz y más incapaz de toda la democracia.

Desde estas páginas mi más sincera solidaridad con el diputado señor Matarí, que tuvo que soportar como una Ministra del Gobierno de España, es incapaz de dirigirse con respeto y tener un mínimo de empatía con un diputado que estaba dando una opinión fundada en su experiencia personal, lo que debiera ser suficiente para comprender y responder con templanza y nunca con soberbia.

Humanamente la señora Celaá ha quedado retratada.  

 

Resulta que las mascarillas que decían no eran necesarias al principio de la pandemia ,ahora nos las imponen sin mirar los perjuicios que generan y dando por bueno que nos preservan de contagios del COVID19.

Puede ser que en lugares cerrados con alta densidad de personas sean oportunas, pero por lógica y sentido común ,en la mayoría de los casos son innecesarias.

La re- inhalación del aire que respiramos nos lleva a una deficiencia de oxigeno y también a la saturación de dióxido de carbono.

Sabiendo como sabemos, que el cerebro humano es muy sensible a la falta de oxigeno, es toda una irresponsabilidad obligar su uso a todos los espacios.

Existen células nerviosas, en el hipocampo, que no pueden estar sin oxigeno más de tres minutos porque no sobreviven.

Según la doctora Margarite Griesz-Brisson especialista alemana en neurofisiología y neurotoxicología, los síntomas de alerta agudos son dolores de cabeza, somnolencia, mareos, problemas de concentración y tiempo de reacción lento.

Dice la citada doctora en su informe, que sin embargo, cuando se sufre una privación crónica de oxígeno, todos estos síntomas desaparecen a medida que uno se acostumbra. Pero su funcionamiento, sigue siendo deficiente y la falta de oxigeno al cerebro continua progresando.

Se sabe que la enfermedades neurodegenerativas tardan años, incluso décadas, en desarrollarse.

Otro problema, es que las células nerviosas del cerebro son incapaces de dividirse normalmente. Por lo tanto, si nuestros gobiernos no son suficientemente generosos como para permitirnos quitarnos las mascarillas y respirar oxigeno, en unos pocos meses, las células nerviosas perdidas no se regeneran. Lo que está perdido está perdido.

En un juicio claro de la doctora Margarite Griesz-Brisson, no hay excepción médica para imponer la mascarilla porque la falta de oxigeno es peligrosa para todos los cerebros. Todo ser humano debe poder decidir libremente si quiere llevar una mascarilla absolutamente ineficaz para protegerse del virus.                  

Los dirigentes de Cantabria parece están preocupados por la movilidad entre municipios en Semana Santa.

Ante tanta preocupación, creo que debieran de llamar a la acorazada “Brunete” y nos sitien a todos y se acabó la epidemia.

El filosofo alemán Gunnar Kaiser, acaba de realizar una interesante reflexión de lo que está ocurriendo en algunos países, lo califica como una disrupción del sentido común.

En declaraciones como las que vemos un día si y otro también en nuestra Comunidad, vemos que tiene plena razón este filósofo.

Que una región como Cantabria, con menos fallecimientos por la pandemia en los últimos cuatro meses, que en los últimos cuatro años según el INE, sin presión hospitalaria alguna, con el tejido comercial destrozado, con miles de persona en el paro, todo el reto de nuestro dirigentes sea desincentivar la movilidad, poner vigilancia para que nadie no autorizado llegue de fuera; es para estar preocupado de lo que sucede.

Si a ello unimos que llevan meses y meses metiendo miedo a la población el “cocktail” es completo.

Entiendo la preocupación por la salud de nuestro dirigentes, siempre que sea razonada, no fingida, acorde con la realidad del momento y abierta al debate.

No entiendo la imposición no razonada, la soberbia y la falta de respeto al sentido común y al nivel intelectual de la población.  

 

Por fin parece que esa parte de la sociedad, casi siempre silenciosa, reacciona y podemos ser optimistas de poder hacer frente a tanta manipulación y capricho fuera de tiempo.

Ha nacido una plataforma en defensa de la escollera de La Magdalena, que es lo mismo que decir en defensa de la propia playa.

La escollera no fue un capricho, se proyectó después de más de diez años de estudios por parte de la UC y después de que cada año hubiera que realizar un relleno con arena.

No fue un capricho, se siguieron todos los trámites y estudios pertinentes con total seguridad jurídica y después de adjudicar la obra, resulta que nace una plataforma que por cierto casi siempre se opone a “casi todo” y lo digo con el máximo respeto a sus componentes y empiezan una campaña para parar la obra e incluso Ciudadanos solicito que no se realizará como condición del pacto en el Ayuntamiento.

Es decir, quieren que se tiren dos millones y pico de euros de nuestros impuestos al cubo de la basura.

Pero es que como este proyecto hay miles en todo el mundo y cientos en España, en lugares cercanos del extranjero como San Juan de Luz y gran parte de la costa Atlántica francesa, al igual que en el Mediterráneo español.

Me alegro que haya nacido una plataforma positiva y no negativa.