TREINTA AÑOS DE LA CAÍDA DEL MURO DE BERLÍN

Se cumple esta semana. En concreto la noche del nueve de noviembre, treinta años de la caída del muro de Berlín.

El muro de la vergüenza, causo mucho dolor por la separación de una ciudad y de un país y muchos muertos y detenidos.

Los datos son confusos, algunas fuentes hablan de 125 muertos, otras 200 al intentar franquear la alambradas, y de 3.000 detenidos por intentos de pasar a la zona occidental.

El pueblo de Alemania Oriental, apenas podía salir de la penuria, y la opresión del régimen soviético, que realmente era quien controlaba el país.

Es una pena que los jóvenes actuales, sean víctimas de la ocultación de la historia y de su manipulación, para que no conozcan que el comunismo es un régimen de terror.

El recuerdo de aquellos obsoletos vehículos Traban de la parte oriental, haciendo sonar sus bocinas al pasar por el Check Point, celebrando la reunificación, nunca podrá ser borrado de la retina de las gentes de bien, por mucho, que el comunismo agazapado intente ocultarlo.

Pero para que el muro pudiera ser derribado, tuvieron que morir muchas persona inocentes en las cárceles horrorosas del este y muchos alemanes, jugándose la vida, pasar por otros puntos de Europa a Occidente.

La lucha por la libertad, nunca es gratis, quizá sea el hándicap actual de las nuevas generaciones, que no se dan cuenta que la libertad es débil y hay que “mimarla”.

 

 

 

MANIPULACIÓN DEL LENGUAJE Y MENTIRA

Una de las claves fundamentales para conseguir en el futuro sociedades mejores y más justas, es combatir la mentira.

La mentira, esta destrozando a la actual sociedad, que cabalga a lomos del “relativismo” y que acaba llevando al ser humano a una especie de “locura” y manipulación, perdiendo el sentido de las cosas y hasta del bien y el mal en algunos casos.

En el momento actual se puede comprobar fácilmente, en la utilización de palabras “huecas” que no significan nada o quedan su significado en una especie de “neblina”.

Tenemos el termino “progresista” una palabra que se empezó a utilizar en el siglo XX, aunque pudo ser utilizada a finales del siglo anterior como forma de pensar contraria al conservadurismo.

Sin embargo, es una palabra que en si mismo engaña. ¿Quién no quiere el progreso?.

¿Quién no quiere hoy la justicia social ?, al menos, de boca para fuera.

Estamos en una utilización de frases y formas, que sólo trata de engañar y dividir y dar un plus de ética a aquellos que las utilizan, que por cierto, muchas veces no existe.

Una gran parte de la izquierda, no quiero decir toda, recibió como herencia del comunismo, la utilización de la mentira permanente, que los disidentes de la antigua Unión Soviética, conocieron muy bien y que explican muchos autores, entre ellos el propio Solzhenitsin en algunas de sus obras.

Ponemos el ejemplo de otra palabra trampa. “Interrupción voluntaria del embarazo”, expresión trampa que esconde la muerte de un inocente no nacido.

La intención de esta expresión, es suavizar, lo que realmente es: la muerte de un ser que tiene vida y que no puede defenderse.

Podemos seguir así con muchas más palabras “trampa”, son casi todas fruto de un izquierda que ante la asunción de la justicia social por parte del centro y de la derecha de su espectro, buscan formas de diferenciarse, casi todas basadas en la exageración, manipulación e incluso en la mentira.

Sin embargo, esta especie de epidemia de la mentira, ya no es sólo patrimonio de una parte de la izquierda, sino de otras fuerzas políticas del centro y la derecha, que compiten también de manera frívola e irresponsable en muchos casos, a aumentar más esta lacra. Todo un problema social que debemos combatir.