Resulta, que once años después de iniciarse la mayor crisis económica de los últimos tiempos en la que España perdió diez puntos del PIB y se llego al 25 por ciento de paro, algunas Comunidades Autónomas todavía no se han recuperado y no han podido llegar al PIB anterior.
Cantabria, es una de las regiones junto con La Rioja, Asturias y Comunidad Valenciana que no han sido capaces de volver a la situación anterior a la crisis.
Cantabria, a pesar de la publicidad y de lo que se quiere hacer ver, tiene serios problemas estructurales que se ocultan.
Por un lado, su tamaño y población a lo que hay que unir el envejecimiento de la misma uno de los más altos de España.
Los diferentes Gobiernos de esta Comunidad en los últimos diez años, se han limitado a ser meros administradores, sin apenas capacidad de gasto en inversiones.
Entre cargos públicos y funcionariado, el mantenimiento de sanidad, educación y otros servicios apenas queda dinero para más.
La reforma de las Comunidades Autónomas, no pasa por suprimirlas, pero si por recortar personal, políticos y buscar sinergias que proporcionen ahorros importantes.
Decir que Cantabria como autonomía, sin realizar fuertes reformas, tiene futuro, es simplemente engañar y no decir la verdad.
Tengo claro, que ningún partido político de momento, se atreve a proponer fuertes reformas, porque no es políticamente correcto, sin embargo a la vuelta de unos años, no muchos la propia necesidad propiciará reformas ahora impensables.