EL SENTIDO COMÚN Y LA GENERACIÓN DE ELECTRICIDAD

Los burócratas de la Comisión Europea, parece que en un relativismo feroz, van a cambiar de opinión y parece querer contemplar el gas y la energía nuclear como energías verdes.

La necesidad obliga a tomar una decisión lógica y que nunca se hubiera tenido que cuestionar; no porque la energía nuclear y gas, sean unas energías más o menos limpias, algo más que discutible, sino porque no hay otras alternativas a medio plazo más lógicas.

Ni la energía eólica ni la solar, por mucho que se diga, pueden garantizar, todos los días del año, un suministro energético suficiente, lo que es todo un riesgo para cualquier país o comunidad que quiera un desarrollo económico viable.

El falso ecologismo, lo políticamente correcto, de los que defienden exclusivamente, las llamadas energías alternativas, no son una solución definitiva, sólo contribuyen a una mejora con la generación de energía limpia, pero si ser ni mucho menos la solución final.

La más que posible decisión de la UE a pesar de las protestas de Alemania y Austria, más de cara a la galería y al consumo interno de su opinión pública, que a un deseo ferviente, se quedarán en nada, porque de lo contrario Europa se verá sometida a unas tensiones en el suministro que frenarían todo proceso de desarrollo económico.

En la vida, en la realidad de cada día, antes o después se acaba imponiendo la lógica y la verdad, la verdad actual, es que las llamadas energías alternativas no garantizan un suministro estable, por lo tanto, aunque tarde y de manera “maquillada”, acabará imponiéndose el sentido común.