EL GOBIERNO NO QUIERE OIR HABLAR DE DISMINUIR EL GASTO

Ante la profunda crisis económica que padecemos y de la cual el Gobierno hace responsable a la guerra en Ucrania, sin que sea cierto del todo, pues la crisis viene de lejos por falta de medidas estructurales y un gasto público desbocado, el Ejecutivo del señor Sánchez, no parece querer oír hablar de la reducción del gasto.

Asesores, gastos generales, campañas publicitarias y otros “chiringuitos” debieran de ser sometidos a una dieta dura de adelgazamiento, es decir a la reducción del gasto, pero no se quiere abordar por parte del Gobierno tal cuestión.

El problema, estructural, de excesivo gasto público que según algunos analistas, se debiera reducir en sesenta mil millones de euros, es la clave de una salida a la crisis y una recuperación de la economía rápida.

Cuanto más se tarde en tomar una decisión, tan necesaria, más difícil será la salida de la actual situación de “empantanamiento” económico que vivimos.

Las empresas no invierten porque no ven horizonte claro y así será imposible crear empleo y riqueza.

Un Gobierno que sólo sabe aumentar el gasto corriente y endeudarnos, es un “lastre” insuperable para salir de la crisis.

Por otro lado, es urgente cambiar los planes energéticos y olvidarse de agendas utópicas y centrarse en la realidad, que pasa por aumentar los mix energéticos sin ningún prejuicio ideológico.