FALTA DE EMPATÍA Y VERGUENZA

 

Falta de empatía, falta de sensibilidad, falta de respeto. Así se puede considerar, la actitud del Gobierno de España, con la familia de Diego Valencia, el Sacristán de la Parroquia de Nuestra Señora de La Palma de Algeciras, asesinado.

Si estaba el Presidente de la Junta de Andalucía, si estaba por supuesto el Alcalde de Algeciras, y otras autoridades locales, en el funeral presidido por el Obispo de Cádiz-Ceuta y concelebrado por los sacerdotes de la comarca.

En esta ocasión, el Falcón que pagamos todos, de Pedro Sánchez, se quedó en tierra y no viajó hasta tierras del sur, tampoco, viajó el Ministro del Interior para asistir al funeral, aunque estuvo unas horas antes; no tuvo tiempo el Delegado del Gobierno en Andalucía, tan siquiera de viajar unos kilómetros, para representar a la administración del Estado, en definitiva a todos los españoles.

Este Gobierno, no cree suficiente para cambiar su importante agenda que un buen hombre, un sencillo hombre de bien, sea asesinado por un fanático criminal.

No tienen vergüenza, en esconder sus responsabilidades, porque el asesino en cuestión debió haber sido expulsado de España y por la ineficiencia de la administración, porque no funciona casi nada, estaba en España.

No, no se trata de culpar a nadie ajeno al propio asesino, se trata de asumir responsabilidades, pero no tienen ni vergüenza ni valor para siquiera pedir perdón.

Es la fotografía perfecta de España nuestra, donde el mal parece extenderse sin control ni respuesta sensata. Un desastre de sociedad.