El sistema constitucional de 1.978 está en serio riesgo de implosión, y estamos, a pocos pasos de que ello sea inevitable.
Cuando la Constitución, se vulnera por parte de aquellos que debieran estar llamados a velar por ella, como los dirigentes del Estado, de las Comunidades Autónomas y otras Administraciones públicas, la Carta Magna, queda en “papel mojado” y casi ya no es ni referencia.
No es que la Constitución Española, no fuera válida ni mucho menos, es que dentro, había un “caballo de Troya”, imparable e insaciable que ha acabado rompiendo la costuras de nuestras garantía democráticas y sobre todo el de la igualdad de todos los ciudadanos y pueblos de España ante la ley: el Nacionalismos vasco y catalán, ha sido el virus que nos ha llevado a esta situación de práctica quiebra del sistema.
El fracaso, ha sido rotundo, y hoy tenemos a dos Comunidades Autónomas, que debido a una injusta ley electoral, dictan los destinos del resto de España y por otro lado, otras Comunidades Autónomas, que se han convertido casi todas, en “maquinas” de generar deuda y de buscar diferencias entre ellas, y en vez de simplificar burocráticamente la vida de los ciudadanos, la complican cada día.
El sistema de hecho está en colapso y lo que es peor, la clase política, no quiere ser consciente de ello, debido a los beneficios particulares que genera a la propia clase política, los puestos y asesores que generan.
El sistema no funciona y los políticos tampoco, quizá sea que la sociedad ha entrado en “quiebra” moral, social y ética; conduciéndonos a todos a un callejón si salida, al menos, si una salida a la vista que no sea traumática.
Todos tenemos responsabilidades, en esta situación, pero sobre todo un clase política de muy baja calidad ética mayoritariamente y sin sentido del patriotismo.
Esperemos, que la triste historia de enfrentamientos, no se repita y se encuentre la cirugía necesaria para salvar a una gran nación que no quiere ser reconocida por muchos de sus propios ciudadanos.
La reconstrucción moral, ética y social de España, es más que prioritaria.