La palabra fascismo, se utiliza como algo habitual, por parte de una gran parte de la actual izquierda.
En realidad, la mayoría de los que la utilizan, no saben realmente lo que es el fascismo y lo hacen con ánimo de estigmatizar de forma fraudulenta, a todo aquel que no siga sus ideas.
Es algo total y absolutamente anti democrático, porque realmente grupos fascistas en Europa y en el mundo hay pocos y los que hay apenas tiene poder.
Sin embargo, el comunismo que asola a muchos países de forma reconocida o no reconocida, si que tiene poder, un poder, que destruye personas, que persigue ideas y que en la inmensa mayoría de los casos crea miseria y muerte.
Cuba, Venezuela, Nicaragua, Corea del Norte, China donde el capitalismo comunista recoge lo pero de los dos sistemas, pero siempre coartando libertades y persiguiendo al disidente.
Por lo tanto, el “mantra” del fascismo en una palabra mal utilizada para destruir y señalar y casi siempre de manera falsa.
A este paso, todo el mundo que no piense como lo que quiere una parte de la actual izquierda “woke”, será declarado fascista, lo que demuestra que a falta de ideas prácticas para mejorar la sociedad se buscan calificativos para tratar de suplir las carencias de una ideología de fracaso.