Desvergüenza, ridículo, situación esperpéntica, más propia de un estado fallido, sobran calificativos para poder llamar a lo ocurrido en el día de hoy en Barcelona, con la aparición y desaparición del prófugo de  de la justicia Puigdemont.

En una nación sería, porque España, parece estar dejando de serlo, a estas horas, el Presidente del Gobierno. que se sepa de vacaciones, y ante la gravedad de lo ocurrido habría presentado su dimisión.

Los españoles de bien, una democracia que se precie, no puede consentir que se produzcan a la cara de los ciudadanos, tan claras violaciones de la ley, del sentido común y la decencia.

Ante la hora que vivimos, con un gobierno al que parece, sólo exclusivamente le interesa perpetuarse en el poder a costa de todo sentido del decoro y decencia, es urgente, una respuesta democrática de la sociedad civil y de los ciudadanos en general y por supuesto una unión de la oposición, porque en España , cada día que pasa asistimos atónitos, a hechos que nunca hubiéramos pensado podrían ocurrir en un estado de derecho.

Menos mal, que hay jueces con dignidad, ya que según sabemos, al parecer, el Magistrado de la Sala Segunda de la Audiencia nacional Pablo LLarena, habría solicitado y obtenido de la Sala de Vacaciones del Tribunal Supremo, suspender sus vacaciones y reincorporarse a su puesto ante la presencia de Puigdemont en España.

La situación de violencia y enfrentamiento que se ha generado en muchas ciudades del Reino Unido y que los medios de comunicación españoles en su inmensa mayoría, están relegando a ser tratados como un tema menor, son por el contrario de suma gravedad. 

Los sucesivos gobiernos del Reino Unido, no han sido capaces de garantizar la seguridad y la convivencia pacifica, durante los últimos años, donde el deterioro social y de respeto a la ley y el orden se ha rebajado  hasta límites que una «chispa» muy grave como el asesinato de tres niñas en la ciudad de Southport, ha originado una ola de disturbios y enfrentamientos.

Sólo, desde el respeto a  ley se puede convivir en una sociedad tan multicultural con la británica, pero cualquier imposición será un fracaso.

La multiculturalidad, es buena si se respeta la ley, las tradiciones y la forma de vida de la poblaciones; sin embargo tratar de imponer retrocesos y mucho menos tratar de cambiar las formas de vida, llevará inexorablemente al enfrentamiento entre culturas y religiones.

Europa entera, y su políticos está en una encrucijada: Por un lado mantener el orden y el respeto a la ley y por otro, regular la inmigración y hacer ver, que sólo desde el respeto  a los valores comunes de occidente y sobre todo a las leyes que nos hemos dado, será posible una convivencia armónica.

Querer dejar todo, en que los incidentes los crean extremistas de un signo, es no querer entrar en el fondo de la cuestión, y que por cierto molesta tanto a la inmensa mayoría de la clase política, como es el abordar en serio los problemas de fondo. 

La inmigración tiene que realizarse de forma controlada y bajo la premisa del bien común y del respeto a las leyes de los países a los se emigra; lo contrario, es crear un grave problema por el riesgo de choque de culturas tan distantes y distintas.

La Olimpiada de París, está resultando un auténtico desastre organizativo. Lo que mal empieza, suele acabar mal, y esa es la trayectoria organizativa de París 2024 y su parafernalia woke.

Después de la comedía, en la podíamos ver con trajes de neopreno a la alcaldesa de París y otras autoridades sumergirse en las sucias aguas del Sena, asegurando que la calidad de las aguas estaba garantizada, tenemos a una deportista hospitalizada por una bacteria, se han tenido que retrasar durante días pruebas y algunos participantes han mostrado su estupor ante la decisión de tener que competir en unas aguas sin garantías.

Lo que ya está causando mayor indignación, en la mayor parte de las delegaciones, ha sido las malas condiciones de habitabilidad de los alojamientos de los deportistas, cuartos pequeños, mucho calor, camas muy incómodas, más propias de un campamento juvenil y no para deportistas que tienen que descansar en condiciones.

Lo de la alimentación, es realmente otro capítulo de protestas continuas, poca carne mal condimentada, productos poco apetecibles para las dietas de unos deportistas que tienen que realizar esfuerzos.

Es el gran fracaso de lo “woke” de una sociedad, dirigida por personajes incapaces de asegurar un futuro mejor y empeñados en dirigir a la sociedad a un “sin sentido”.

En definitiva, después de la penosa inauguración, en la que se faltó al respeto de millones de cristianos, nos encontramos con un desastre organizativo más propio de un país en plena crisis de identidad y valores.

«Cuerpo a tierra que vienen los nuestros», la frase es del que fuera un sobresaliente Ministro en el Gobierno de UCD, Pio Cabanillas, cuando aquella formación pasaba uno de sus peores momentos.

Algo parecido, aunque de mucha menos importancia, ha sucedido con el nuevo calendario laboral de Cantabria, que vuelve a lo de siempre en las últimas décadas de gobierno anteriores: a no considerar la festividad de Santiago Apóstol fiesta en la Comunidad.

Santiago Apóstol, Patrono de España, transmisor de la fe a la península ibérica, con arraigo especial en muchos pueblos, ciudades, entre ellas en Santander, capital de Cantabria, no merece ser festivo y se cambia por el día de las Instituciones en Puente San Miguel. Nada tengo contra celebrar ese día, todo lo contrario, pero dicho con el máximo respeto, se pueden celebrar los actos, sin necesidad  de que sea día festivo.

Con la decisión tomada, sólo se consigue que en realidad se paralice mucho más la actividad, porque al ser fiesta local en Santander, la actividad administrativa y de servicios  de la región se paraliza y también en los numerosos ayuntamientos donde se tiene a Santiago Apóstol como Patrón.

La petición de la señora alcaldesa de Santander, no ha sido atendida y así todo sigue igual que antes, como si no hubiéramos votado.

Se parece a una orquesta, que siempre tiene el mismo repertorio. 

Así parecemos «progresistas» y nadie de la oposición se enfada, todo muy cómodo para seguir «tirando».  

Siguen llegando a través de los teléfonos de particulares, imágenes tomadas desde los edificios de algunas zonas de Caracas, de las continuas carreras de manifestantes, perseguidas por fuerzas del orden, con autenticas palizas a manifestantes y tiroteos.

Lo que está ocurriendo en Venezuela, debiera de hacer tomar decisiones mucho más firmes a la comunidad internacional.

El Gobierno de España, con una posición tibia, vergonzosa, está demostrando, que sus lazos con el actual régimen venezolano pueden tener cuestiones muy oscuras y que con la caída de Maduro pudieran ser escandalosas.

Lo que sólo son sospechas, cada vez toman un mayor cariz de preocupación, ante el silencio cómplice de Pedro Sánchez  y su Gobierno.

De Rodríguez Zapatero, nada de sabe, sino de sus continuos viajes inexplicables y su actual silencio, más parece su preocupación por la falta de explicaciones de su cometido y de su relación con una dictadura sangrienta.

Si lo que ocurre en Venezuela, estuviera ocurriendo con otro dirigente de diferente signo político, tendríamos a lo sindicatos  en la calle, al gobierno pidiendo explicaciones y a los medios de comunicación escandalizados.

El comunismo y su historia atroz, está en lo de siempre: el dolor, la opresión, la muerte y la pobreza.

No tiene otras recetas, sino el sometimiento de las personas contra su voluntad. ¿Les  parece poco?.   

Nada menos, que siete días después del «robo» de las elecciones en Venezuela y de la persecución con muertos a los opositores, en unos actos propiciados por un gobierno de «sátrapas», capaces de perpetrar crimines, detenciones ilegales y causar mucho dolor, resulta, que seis países de de la UE, piden conocer el resultado de las actas de las mesas electorales, cuando la oposición ha podido facilitar ya el ochenta por ciento de las mismas.
Es realmente escandalosa, la actitud de la UE, de su Presidenta Ursula Von Del Leyen y de los grupos políticos del Parlamento Europeo.
El PP Europeo, está cada vez en una situación más delicada, porque sus electores no entienden su pasividad y el apoyo a una presidenta como la elegida, lo que sin duda acabará creando grandes tensiones internas.
España, y por supuesto los países europeos, deben dejar de reconocer a la terrible dictadura de Maduro, y reconocer al nuevo Presidente electo; no hacerlo, es ser cómplice indirecto de el drama que ocurre en un país que lleva año sufriendo el dolor de la persecución, el exilio y la muerte de inocentes

Iniciamos el mes de agosto, un mes vacacional por excelencia,

Sin embargo, la clase política debiera de dar ejemplo y apenas disfrutar de vacaciones, porque las cosas en España y en el mundo no están como para que nuestros dirigentes, se tomen mucho descanso, bastante descansan durante todo el año y  de bastantes prebendas disfrutan.

Es todo un escándalo, que como están millones de personas en España, que no pueden  salir de vacaciones porque no llegan a fin de mes, cuando el riesgo de pobreza se multiplica, el presidente del Gobierno, según alguna informaciones, se tomará unas largas vacaciones, pagadas por lo sufridos contribuyentes, me supongo que viaje en Falcón incluido.

Las vacaciones, como ocurre en otros países de los Primeros Ministro, debieran de ser a cargo de su bolsillo, salvo la seguridad, que es lógico que lo pague el estado.

Por poner otro ejemplo lamentable y tradicional, que se repite en casi todos los parlamentos regionales, los señores diputados, se pasan desde finales de junio hasta avanzado septiembre de vacaciones, bueno, ellos dirán que no, pero la realidad es que no tienen Sesiones plenarias ni Comisiones parlamentarias.

En definitiva, los políticos en general, menos los de los ayuntamientos que casi siempre están «al pie del cañón» y algunos otros, lanzan un mensaje lamentable a la población, no me extraña, que su imagen se deteriore cada día más.

Hace ya varios años, que el señor Rodríguez Zapatero, es cliente muy asiduo de las aerolíneas que vuelan a Caracas.

Lo suele hacer acompañado de dos escoltas, que me supongo pagamos los españoles, y durante el viaje se entretiene viendo alguna película o incluso como en algún viaje ha sucedido dibujos animados.

En en aeropuerto de Caracas, tanto a su llegada como en su embarques, suele hacerlo por la zona de autoridades, dado que tienen miedo a que algún pasajero, le diga alguna cosa poco o nada agradable en su cara, como ya ha sucedido en las propias calles de Caracas recientemente.

En torno a Rodríguez Zapatero, hay demasiado misterio.

¿Quién paga los continuos viajes y hoteles?. ¿Cómo es posible que este personaje, justifique a un régimen atroz, que secuestra personas, tirotea a disidentes, persigue a personas inocentes y tiene a la población en la miseria, mientras los  máximos dirigentes tienen grandes fortunas en el exterior?.

Es una vergüenza para España, tener que soportar a un personaje como Rodríguez Zapatero, que dejó a España al borde de la intervención económica y ahora se dedica a defender una dictadura criminal.

Todo este comportamiento es digno de estudio, y si cae el actual régimen de sátrapas, igual nos encontramos con sorpresas que nos pueden «helados».

La experiencia de los seres humanos, siempre han estado a lo largo de la historia llenos de problemas, incomprensiones, injusticias, guerras, persecuciones; en definitiva, de un mal que parece generalizado.

Así el profeta Jeremías, recogía: «Se espera la paz y no hay bienestar, al tiempo de la cura sucede la turbación. Reconocemos, señor nuestra impiedad, la culpa de nuestros padres, porque pecamos contra ti».

Vivimos tiempos en los que parece que el mal triunfa, que la sociedad se ha vuelto loca, que ha tirado al vertedero sus principios y ha dejado de ser para nuestros gobernantes un objetivo, el que los ciudadanos vivan mejor y en concordia.

Lo estamos viendo, un Presidente del Gobierno que calla ante lo que sucede en Venezuela, donde se ha dado un golpe de estado electoral, donde se persigue al que piensa distinto, donde se encarcela y se somete al sufrimiento por el mero hecho de estar en desacuerdo con un régimen de terror  y miedo.

Sánchez calla, no tiene una palabra de compasión, que crueldad y que insensibilidad la de un Gobierno que calla y se pone de perfil, ante lo que ocurre en un pueblo hermano.

Los ciudadanos, no son conscientes de que clase de personas tenemos al frente de nuestras instituciones y aterra aún más que en realidad, sean una representación fiel de una sociedad anestesiada, sin valores, muerta en vida.

A este paso, tendremos que buscar en España, una María Corina Machado, para que una la sociedad, y se pueda poner  en la calle, a unos gobernantes de un lado y otro, que sólo parecen pensar en sus privilegios y buen vivir.

El presidente del Gobierno, acogiéndose a la ley no ha querido declarar, ante el Juez Peinado en la investigación que se sigue de su esposa.

Un derecho, al que puede acogerse, pero que lo único que hace es aumentar las dudas sobre lo que realmente se está investigando.

Si como dicen, no tienen nada que temer, lo fácil hubiera sido que tanto la esposa del Presidente, como el propio Presidente hubieran declarado con transparencia; sin embargo, su estrategia, ha sido la contraria; el obstaculizar y poner dificultades  a la investigación.

Por otro lado, el comportamiento de la fiscalía y de muchos Ministros, tratando de desacreditar la instrucción, es un asunto de suma gravedad, más propio de una dictadura.

Mientras; el Presidente del Gobierno en su huida, hacia ningún sitio, parece tener ya cerrado un pacto con Ezquerra Republicana, ofreciendo un modelo fiscal a Cataluña, totalmente «descabellado», que rompe el sistema constitucional y crea aún mas diferencias, en realidad, es una traición a una gran parte de España, un hecho que debe de pararse a través de un actuación clara y contundente del resto de las Comunidades.

En está situación de suma gravedad, la pregunta hay que hacérsela ahora al señor Núñez Feijoo; no parece decir nada, no toma el mando de unas operaciones acorde a la gravedad del momento, parece que la oposición no tiene ideas ni ganas de defender al resto de las Comunidades Autónomas.

Tenemos el peor gobierno y también para nuestra desgracia, la peor oposición.