Navarra, se ha convertido en una pieza más del engranaje nacionalista vasco para incrementar su territorio y su poder.
Es una autentica vergüenza, el entreguismo del gobierno a los deseos del independentismo vasco, lo que no deja de ser de una gravedad de imprevisibles consecuencias a medio plazo.
Tanto el PSOE como el PP han alcanzando pactos en tiempos pasados sumamente beneficiosos para el PNV, pero lo que ocurre ahora en Navarra, donde se dependerá de Bildu para poder gobernar es un autentico escándalo y casi una traición a la memoria de tantas víctimas.
España, se encuentra en una encrucijada sumamente peligrosa para su futuro y su convivencia; se esta dando credibilidad y poder a la mentira del nacionalismo vasco y por otro lado en Cataluña parece darse por perdida la partida al nacionalismo más reaccionario y corrosivo.
No todo debiera valer en política como en la propia vida, pero una sociedad adormecida y sin criterios firmes, es muy propicia a este tipo de situaciones.