Preservar el planeta es deber de todos, y todo lo que se pueda hacer para mejorar la calidad ambiental y preservar la vida del planeta es poco.
Dicho esto, nada tiene que ver la sobreactuación política sobre esta materia, una sobreactuación, muchas veces basada en la exageración y en la manipulación.
La última moda es culpar a la aviación comercial de la contaminación, lo que no dejar de ser una exageración o una falsedad directamente, pues hay otras causas más localizadas en factorías y grandes poblaciones sobre todo de China, India y Rusia.
Copiado del muro de un piloto comercial y comentando este asunto, podemos decir:
Un vuelo Madrid -Buenos Aires en un Airbus 350 puede consumir, unos 70.000 kilos de queroseno, transportando 350 pasajeros y recorriendo 5.560 millas (10.000 km) que separan a ambas capitales.
Si dividimos, nos sale que cada pasajero consumió 2 Kg de queroseno cada 100 kilómetros, todo ello a una velocidad de crucero de aproximadamente 900 kilómetros hora.
Todo ello, sin contar la carga transportada, que haría que el consumo bajara de los 2 Kilogramos cada cien Kilómetros.
Los datos son demoledores y demuestran, que los aviones no son ni de largo el medio que más contamina, una prueba evidente de la manipulación de la sociedad por parte de intereses poco claros.
Cuidar el medio ambiente, es responsabilidad de todos, y una obligación de primer orden, pero no con exageraciones ni con falsas modas, sino con responsabilidad y denunciando a los países que más contaminan aunque a eso no se atreven la mayoría de los demagogos casi siempre buenos amigos de China y Rusia.