Si el supuesto caso de corrupción que denuncian los ex abogados de Podemos, llegara a confirmarse, siempre hay que defender la presunción de inocencia, aunque esto tiene muy mala pinta, sería un comportamiento un más en la larga historia de corrupción del comunismo.
Alexander Solzhenitsin, recoge perfectamente en su libro “Archipiélago Gulag” la corrupciones comunistas en medio de pobreza general, recoge sus fiestas, sus bacanales, en definitiva sus miserias.
En la Unión Soviética, era prácticamente imposible para un occidental hacer negocios, sin “chanchullos” con los altos dirigentes de aquel régimen; en realidad es un práctica que parece también continua en la actual Rusia, donde es necesario crear empresas mixtas y todo son problemas y burocracia.
Nadie debe de asustarse, si llegará a confirmarse, lo que denuncian los que fueron abogados de Podemos, en el ADN comunista y de la ultraizquierda, esta la mentira y el relativismo, en definitiva es el ultra capitalismo al revés; es el mal en si mismo.