Los dirigentes de Cataluña y del País Vasco, pretenden seguir teniendo más y más privilegios, rompiendo la unidad de la nación española y la propia igualdad de los ciudadanos en derechos y obligaciones.
Detrás de todo ello, se esconde la mentira y el egoísmo antropológico de una ideología perversa.
Ahora más que nunca, con un gobierno débil y en manos de los que quieren romper España, se debiera de articular una fuerza política unitaria capaz de frenar electoralmente tal vulneración de derechos y libertades de todos los españoles.
No es momento de “egos”, ni de siglas sino de conceptos básicos y fundamentales.
Los partidos que quieran defender de verdad la Constitución Española, debe de unirse, al menos, durante un tiempo para hace frente a la vulneración de la ley por parte del independentismo.
Los partidos del centro derecha, deben de apartar sus diferencias y también a aquellos personajes, que por su peculiaridad no suman sino que dividen, algo que España. en el momento actual no se puede permitir.
Por otro lado, la sociedad en su conjunto debe de reaccionar, antes de que sea demasiado tarde, dada la gravedad de la situación que vivimos.
Hay muchas cosas en juego: La igualdad de los españoles, la libertad, la unidad nacional, la Constitución del 78 y hasta una convivencia pacifica, quien no quiera ver estos riesgos, estará incurriendo en un gravísimo error o en una irresponsabilidad.