La gran mayoría de la sociedad española, sigue las instrucciones con resignación y responsabilidad en nuestro confinamiento, no había otra solución, para parar la pandemia después de no haberse tomado por parte de las autoridades competentes ninguna medida preventiva, en los desplazamientos y no haber controlado las fronteras hasta mitad del mes de marzo.
La población lo ha hecho con responsabilidad, pero creo ha llegado el momento de responsabilizar al ciudadano, no somos súbditos y por lo tanto debemos de ser responsables de nuestro actos, utilizando bien la libertad.
Mascarillas preventivas, higiene, distancia entre personas, son medidas para poner en marcha la salida en libertad y recuperar cierta normalidad.
Si alguien no cumple las medidas de distancia y mascarillas puede ser multado.
Nuestra libertad, tiene que ser compatible con la contención de la pandemia.
Empiezo a estar cansado, de seguir el dictamen de los mismo expertos que decían que no había que cerrar las comunicaciones con China y con Italia en plena expansión de la pandemia o que las mascarillas no eran necesarias; y ahora quieren que sigamos encerrados sin posibilidad de dar un paseo sólo o acompañado a distancia y que los niños no puedan salir a jugar, un rato al menos.
Señores del Gobierno, esto no es China, estamos en un país con libertades y derechos y hay que hacerlos compatibles con el control de la pandemia.