Estamos rodeados pero no abatidos, los seres humanos debemos de ser seres esperanzados, aunque obviamente muchas veces no haya motivos para ello, más bien al contrario.
Desde el punto de vista cristiano debe de estar claro, debemos de ser personas esperanzadas, por nuestra confianza en Jesús Resucitado, que nunca nos va abandonar; pero también para el resto de la sociedad debiera de ser la esperanza y la ilusión e incluso los sueños de prosperidad, debieran de ser algo normal.
Si perdemos la esperanza, podemos perder la fuerza para seguir peregrinando en esta vida y nos acomodaremos al una mera supervivencia.
Primero se quita la libertad, luego se impide pensar y posteriormente llega el hambre y la tristeza.
Observen como el actual gobierno de España, no ilusiona y como sus Ministros o Ministras como la señora Celaá que debe tener una bola de cristal dicen que igual las clases no pueden tener la totalidad de los alumnos a partir de septiembre.
Nadie sabe si en Septiembre existirá la pandemia, algunos científicos dudan que pueda repetirse, otros, por el contrario piensan que puede existir nuevos casos; pero nadie sabe a ciencia cierta como estarán las cosas en septiembre, aunque debemos de ser optimistas: tendremos más medicamentos conocidos e incluso en fabricación la vacuna.
Sin embargo, la señora Celaá asusta a los padres y madres hablando del mes de septiembre, igual ni ella esta ya en el Gobierno, lo que casi nadie echaría en falta.
Basta ya de asustar a las personas, basta ya de meter miedo, basta de agarrarse al cargo a costa de decir medias verdades o mentiras, un poco de ilusión y esperanza es necesaria ;sólo que con este Gobierno parece algo imposible; pero ellos pasarán y el pueblo trabajará para sacar al país de esta situación.
Con un Gobierno que diga la verdad y reduzca cargos y gastos nos conformamos, no creo que sea pedir tanto.