Mucho hablar de escudo social, mucho hablar de ERTES, pero la realidad, es que si no fuera por la sociedad civil compuesta por personas a título individual instituciones religiosas y asociaciones de diferente índole, en España se hubiera producido una catástrofe humanitaria de incalculables proporciones que habría añadir a la catástrofe de muertos y enfermos del Covid 19.
Por ello es lamentable y diría que escandaloso que los políticos del Gobierno salgan en televisión, a “sacar pecho” de su gestión.
Voy a poner un ejemplo: La Cocina Económica de las Hijas de la Caridad atiende diariamente a 207 familias a las que proporciona desayuno, comida y cena.
Por otro lado el economato atiende a otras 467 familias compuestas en total por 1,200 personas de los que 281 son niños a los que proporciona productos alimenticios para todo el mes.
Las generosidad de las gentes de Santander y Cantabria, con esta Institución como con otras como Cáritas , Banco de Alimentos, Parroquias es extraordinaria.
Por lo tanto, lo mismo que ocurrió con los respiradores, las mascarillas que fueron donadas por empresas y personas y que paliaron las carencias de una administración por lo general lenta y mal dirigida, ahora sucede los mismo con la alimentación, aunque salga el señor Iglesia y el señor Sánchez, hablando de escudo social y hablándonos de lo publico como la gran panacea.
La gran panacea, es una sociedad fuerte, unida y solidaria y no una administración
lenta y sin medios.
Si la sociedad civil no funciona y no trabaja, no se puede mantener una nación con dignidad, a no ser que lo que quieran es el empobrecimiento general de todos.