La muerte por asfixia, que pudimos ver en unas imágenes espeluznantes, en el que el policía apretaba su cuello y dejaba sin respiración a George Floyd, ha desencadenado manifestaciones y desordenes públicos en Estado Unidos y en otras ciudades del mundo.
La imágenes hablan por si solas y no dejan lugar a dudas de lo ocurrido y la
deleznable acción del policía, mientras George Floyd pedía indefenso ayuda y otros policías, no hacían nada por detener la acción.
No es eta la primera vez, ni creo que será la última por desgracia que veamos imágenes similares, también de suma violencia ejercida por el lado de la ley.
Dicho esto, que es del todo condenable, es obvio que este triste y lamentable suceso ha sido utilizado por algunos medios de comunicación cercanos a los demócratas a pocos meses de las elecciones, para desestabilizar a Donald Trump.
No se trata de defender a Trump, ni mucho menos, es más, su actuación ha sido torpe y provocadora, sin embargo, como se ha podido ver también hay otros intereses, que han utilizado de manera vergonzosa la situación, lo que les deja también éticamente en muy mal lugar.
Donald Trump, tiene bastante responsabilidad en esta crisis por su falta de tacto y empatía, pero también una parte influyente de la sociedad norteamericana, que ha aprovechado la situación para extender las protestas y utilizar a muchos jóvenes en su causa.
Muchas personas de raza negra, por cierto no comparten la actitud de aquellos que
con sus medios poderosos, aprovechan la situación para “echar más leña al fuego” y tratar de sacar réditos electorales.
Una importante cadena de televisión muy cercana a los demócratas, ayer mismo informaba de una encuesta en plena crisis en la que ampliamente el candidato Joe Biden se destacaba, con una importante ventaja sobre el actual Presidente y días anteriores de forma continua conectaba con diferentes manifestaciones, dando la sensación, de ser más un medio de agitación que de comunicación
Da asco, como se aprovecha cualquier situación para dividir la sociedad y para dirigirla al enfrentamiento, por lo que vemos, no sólo ocurre en España.
Cada vez hay más medios que parecen dedicarse más al sensacionalismo o a la agitación, que a la información.