Es muy curioso como se realizan concentraciones y manifestaciones, en defensa de los derechos humanos y libertades, en algunos países, cuestión lógica y muchas veces necesaria y sin embargo en otros países donde ni siquiera su población tiene capacidad para poder protestar, no se dice ni se hace nada.
China, es uno de las naciones del mundo que pisotea a diario los más fundamentales derechos humanos, sin embargo la llamada “progresía” mundial calla y no dice ni palabra.
Karm Gilespie, es un actor australiano, desaparecido en China en el año 2013, ahora se sabe que ha sido condenado a muerte por tráfico de drogas.
Gilespie, viajó a Guangzhou hace siete años y desde entonces sus amigos no han tenido noticias de él, hasta que hace pocos días algunos medios chinos publicaron su condena a la pena de muerte, por contrabando de drogas.
China, tiene campos de trabajo, China, no tiene garantías de libertades y derechos, China es en si una dictadura sanguinaria que bajo el paraguas de una aparente modernidad oprime derechos y libertades básicos.
Sin embargo en occidente, no habrá manifestaciones, porque en el fondo, los que están detrás de las mismas, les importan “un bledo” las libertades y derechos, sólo quieren desestabilizar, utilizando a personas bien intencionadas para sus fines revolucionarios.