SALUD Y LIBERTADES

Ha quedado demostrado, los confinamientos de la población extremos han sido un total fracaso.

En España, el confinamiento se tuvo que hacer por el bloqueo de los hospitales, debido a un anula programación y falta de medios, estrategia y conocimientos y también por no haber impedido previamente, con controles exhaustivos, el desarrollo de la enfermedad.

Los confinamientos, además de ser un atentado contra las libertades, paran la economía, crean ansiedad y depresión y acaban teniendo consecuencias globales mucho más importantes que la propia pandemia.

Es necesario, un debate desapasionado y técnico sobre el Covid-19, desde su tratamiento, hasta su procedencia y las muertes causadas por falta de previsión y de terapias que si los gobernantes de China, hubieran informado la enfermedad no hubiera tenido estas consecuencias.

La libertad, siempre ha tenido un precio y hay que equilibrar bien salud y libertad.

Los sociólogos, los psiquiatras, los economistas, debieran de tener voz en los tratamientos extremos que cercenan la libertad.

Ahora al Gobierno de Feijoo en Galicia y a otros, se le ocurre parece ser, que asesorado por expertos que el fumar puede ser un factor de transmisión del virus.

Desde que amanece, hasta que anochece tenemos riesgos y por ello debemos de seguir el camino de la vida, que para cada uno Dios nos tiene reservado.

Meditemos a donde nos quieren llevar unos pocos, pero poderosos en cuanto a nuestras libertades y derechos.

Las mismas televisiones de España que han pasado con un mínima y mala información sobre el desastre de Beirut (doscientos muertos y trescientas mil personas sin hogar) cuestión que sigue siendo de cabecera para las televisiones internacionales, nos “obsequian” en prácticamente todos sus informativos hablando de la pandemia y sobre todo del número casos, cuando la inmensa mayoría son asintomáticos, precisamente los mismo que tapaban el número de fallecidos en los primeros meses de pandemia.

España, esta aislada del mundo informativamente, el ciudadano español, vive refugiado en los intereses de unos grupos mediáticos que en la mayoría de los casos, son poco o nada ejemplares.

Sin embargo, antes que tarde serán acusados por la propia población de su falta de responsabilidad, al tiempo.