En Rusia desapareció el comunismo, pero no sus métodos y formas.
El máximo líder de oposición rusa, Alexei Navalni, se encuentra en estado de extrema gravedad, tras sufrir posiblemente un envenenamiento.
El dirigente político de la oposición regresaba a Moscú desde Tomsk en Siberia cuando en pleno vuelo perdió el sentido y el comandante del aparato desvió su ruta al aeropuerto más cercano, para ser trasladado a un hospital, donde lucha entre la vida y la muerte.
Este opositor, ha sufrido diferentes ataques y detenciones por denunciar la corrupción del gobierno y de las élites cercana a Putín.
Dada la forma de actuar, recordemos la muerte en el Reino Unido por envenenamiento de ex-agentes disidentes, no es de extrañar este tipo de proceder.
Rusia, esta muy lejos de ser un país democrático y con garantías jurídicas y sigue siendo un peligro para la estabilidad mundial.
El comunismo además de ser una ideología del mal, deja a los pueblos destruidos y cambia en la población el sentido de la dignidad.
Y ano hay comunismo, pero hay unas élites corruptas que con mucho poder y dinero controlan todo, dejando los supuestos derechos existentes en “papel mojado”.