En un país, en que casi cinco meses después de aprobarse los ERTES, hay unas 150.000 personas que no los han percibido, en un país, en el que después de publicitar a “bombo y platillo” el llamado Ingreso mínimo vital, sólo se han pagado el diez por ciento de los solicitantes, en un país, en el que por falta de previsión y de gestión, la Agencia del Medicamento dice que el Rendisivir el medicamento que recomienda la OMS para tratar el Covid19 se puede acabar y tendrán que intercambiarse entre hospitales lo que quede hasta que llegue un nuevo envío, en un país en el que el Presidente del Gobierno veranea en plena pandemia y se gasta sólo en avión más de cien mil euros; resulta que la señora Calvo, Vicepresidenta Primera, nos anuncia desde Francia un proyecto de ley de Memoria Histórica, como algo importante y fundamental.
Con todo respeto, esta señora es un “genio” del saber y del sentido común o por el contrario se ríe de los ciudadanos con total tranquilidad.
Esto empieza a ser difícil de entender para personas con sentido común, a no ser que crean definitivamente que todos los ciudadanos hemos perdido el juicio y el sentido común.
Igual es que todo ha cambiado y lo que parece normal es ahora anormal y lo blanco es negro, que también pude ser.