Desconozco si es fruto de la ignorancia, de un calculo muy arriesgado o de una huida hacia delante.
Lo servicios públicos de España, el pago de pensiones, de nóminas de funcionarios y de las facturas del Estado, se esta haciendo en estos momentos, gracias a que se esta pudiendo colocar deuda publica en el mercado sin dificultad y con unos tipo de interés mínimos o negativos.
Debiera de tener sumo cuidado el Gobierno, de no jugar con las cosas de comer y respetar el estado de derecho, la leyes y la división de poderes.
En algunas Cancillerías europeas empiezan a ver concierta preocupación, la deriva de tendencia totalitaria de este Gobierno y así lo han recogido varios medios en los últimos días, preguntándose incluso, si España es un estado fallido.
Tengo la impresión que el señor Sánchez, quiere medir fuerzas, e intenta ganar tiempo, sobre tablero que es más una “caja de explosivos”, como puede ser la pérdida de confianza de los que compran nuestra deuda, es decir, de los inversores nacionales pero sobre todo internacionales.
Es muy posible, que como intente seguir con la reforma del proceso de elección del CGPJ, se encuentre con “un susto” que puede hacer peligrar su Gobierno.
La “fiesta” Podemita, se acaba cuando se acaba el dinero y entonces los coches oficiales no tienen ni para combustible.
Quiero ser claro, la continuidad de Sánchez en la Moncloa, no depende ya ni siquiera de su mayoría “Frankestein”, sino de los mercados de deuda y la confianza que pueda generar.
Esperemos que tenga cuidado y no se “queme” en el intento porque las consecuencias serían devastadoras para nuestro futuro, por lo tanto, menos soberbia y más lógica y respeto a las leyes.