Algunos políticos, no digo todos, pero si un parte importante viven una realidad virtual y no tienen empatía alguna con las crisis económica y social que estamos atravesando y que esta generando un gasto público desbocado y un fuerte déficit del Estado situándose ya en el 117 por ciento del PIB.
La mejor muestra de ello es decir que el Gobierno de Cantabria cuenta con 81 altos cargos, 16 más que en la anterior legislatura, lo que no deja de ser una obscenidad.
Una región con 560.000 habitantes no se puede permitirse tener tantos altos cargos, tantas Consejerías, tantos puestos de libre designación y tanto funcionario.
Esta forma de proceder, muestra una falta de sensibilidad hacia los ciudadanos que con sus impuestos sufragan estos altos salarios.
El endeudamiento de Cantabria, no deja de ser una “losa” a futuro y un peligro real en la capacidad inversora y de mantenimiento de unos servicios públicos que funcionen realmente.
Los partidos políticos, se han convertido en grandes agencias de colocación de afines y luego recurren a los ciudadanos para decirles que no pagan suficientes impuestos, lo que no deja de ser una perversión de la realidad y del sentido común.
Cantabria, como ocurre en el resto de España, no aborda los problemas reales sino se crean realidades virtuales que en la mayoría de los casos no son más que meras formulas para tener despistada y entretenida a la población.