Estamos ante un escándalo que puede ser en toda la Unión Europea de proporciones incalculables.
La conferencia de Ministros de Sanidad de Alemania, ha ordenado hoy Miércoles, suspender la inmunización contra el coronavirus con la vacuna Astrazaneca par los menores de sesenta años.
Los acontecimientos se han precipitado de nuevo y las autoridades germanas han tenido que tomar esta decisión después que el Hospital Universitario de la Cahrité de Berlín había ordenado suspender la vacunación, primero a mujeres menores de 55 años y después a todas las personas menores de 60 años. A esta medida preventiva se sumaron los estados federados de Baviera y Renania del Norte-Westfalia.
Los centros hospitalarios han registrado hasta ahora 31 casos de personas, en su mayor parte mujeres que sufrieron trombosis cerebrales, tras ser vacunadas con la vacuna de AstraZaneca.
La pregunta ante este escandalo y si la Agencia Europea del Medicamento, las autoridades que han tenido la irresponsabilidad de hablar repetidamente de una vacuna segura, serán llevadas a los Tribunales y los voceros que debieran de haber escuchado voces de grandes investigadores advirtiendo de posibles daños, pedirán perdón, por haber despreciado y tapado otras opiniones que hubieran enriquecido el debate científico.
Otras vacunas, según informaciones e medios alternativos están también teniendo reacciones graves, aunque es imposible cuantificarlos, algunos conocemos algún caso sospechoso de gravedad reciente al día siguiente de ser vacunado con otra vacuna distinta a AstraZaneca.
Es necesario que la población pida responsabilidades y la vacunación se haga previa receta médica, pues es incomprensible que para adquirir cualquier medicamento se solicite la receta médica y para poner una vacuna en fase de emergencia, no se asuman responsabilidades.