Viendo los acontecimientos, tengo la sensación que la izquierda más radical y el señor Sánchez, han entrado en ebullición y ante los muy malos sondeos sobre las elecciones a la Comunidad de Madrid, sólo saben crear pánico y asustar.
Es un último recurso, esperemos que no haya más para tratar de parar la sangría de votos y para justificar de antemano la pérdida de apoyos.
El señor Sánchez y la izquierda radical, no se dan cuenta de que la mentira permanente tiene un límite, máxime cuando vemos que la única gestión que hasta ahora ha hecho el gobierno de la nación es la de aumentar el gasto público improductivo a base de asesores, viajes en Falcón, cintas de correr y de más cuestiones.
Su entreguismo al independentismo más radical, no puede ser ahora disimulado, tratando de hablar de la ultraderecha, pues cada vez asusta menos.
Es patético hablar del fascismo en este momento, cuando tiene en su Gobierno a comunistas que ven bien el régimen de Maduro o se siente muy contento con el apoyo de los amigos de ETA y que todavía no han condenado sus crímenes, los mismos que les reciben con grandes manifestaciones cuando salen de las cárceles.
Tanta media verdad o mentira, llega a un punto, a pesar del gran ejercito mediático, que ya no “cuela” y lleva a los ciudadanos a estar “hasta el gorro”.