Estos dirigentes de la sanidad de Cantabria consideran que es bueno prolongar más días, el cierre del interior de los locales de hostelería, en concreto hasta el día once de mayo.
Les propongo que al mismo tiempo se rebajen su salario que sale en parte de los impuestos de los propios hosteleros, en un cincuenta por ciento, mientras sigan las restricciones, sería una señal inequívoca de que confían en esas medidas que llevan a ruina a todo un sector en medio de la indiferencia de todo un Gobierno.
Hay cantidad de estudios que demuestran que los confinamientos y los cierres crean más perjuicios que beneficios, pero a estos dirigentes de Cantabria les da igual, están en sintonía COVID.
No importan las estadísticas de fallecimientos totales que como hemos repetido muchas veces en Cantabria llevan varios meses por debajo de los cuatro años anteriores, sólo sirve lo que dicen estos “sabios”.
Su sabiduría es infinita, ahora, los jóvenes de equipos de cadetes e infantiles tienen que entrenar con mascarilla, algo al parecer muy bueno para oxigenar bien.
Estamos soportando una especie de dictadura sanitaria, que empieza a ser insoportable y lo peor es que la mayoría de los medios de comunicación son cómplices con su silencio de tanto desatino.