China, sigue viviendo una dictadura tremenda junto a un capitalismo galopante que aplasta todo derecho y todo atisbo de libertad. China, se está convirtiendo en un grave problema para la paz mundial y para los derechos humanos, es obvio que occidente debe de reaccionar con suma firmeza y sin tardar antes de que sea demasiado tarde.
Según han publicado diferentes medios, las autoridades comunistas, acaban de detener al Obispo de Weizhu, Xianxiang junto con siete sacerdotes y diez seminaristas, al mismo tiempo, han incautado todos sus bienes y han impuesto severas multas a los fieles.
Nada menos que cien policías realizaron la detención, tras rodear el seminario en la provincia de Hebei.
China, no sólo han engañado al mundo informando tarde y mal de una pandemia, sino que desprecia todo atisbo de libertad y respeto a los sentimientos más básicos del ser humano, como se demuestra con estas detenciones o con su continua violación de los derechos humanos.
Occidente debe de reaccionar y frenar el grave riesgo que este país supone.
Acompañemos en la oración a esta personas que sufren una persecución criminal, que atenta contra los derechos humanos más básicos.