Los aparentes desacuerdos entre los miembros del Gobierno de la coalición gobernante, son una muestra más de que el ejecutivo del Pedro Sánchez, más se parece una “jaula de grillos”, que a un Gobierno con criterio básico en la acción.
Más se parecen a unos especialistas en pirotecnia y en publicidad, que a unos dirigentes que saben lo que hay que hacer para que las cosas vayan mejor.
El bienestar de los ciudadanos, no es realmente el objetivo último, sino la valoración del propio Gobierno para seguir en el poder.
Nuestro país necesita, cirugía de gran profundidad, sobre todo en materia económica y una dirección coordinada, que de solvencia y credibilidad dentro y fuera de España.
Nada ello ocurre, todas las decisiones están marcadas por la mercadotecnia y el gasto improductivo.
La falta de credibilidad del propio Presidente, acabará siendo un lastre tan pesado, que dificultará la llegada de inversión extranjera, algo tan necesario en estos momentos que vivimos.
Con un déficit sin control y un gasto público descontrolado, nuestro futuro inmediato, por mucho que se diga parece muy negro.
Al final, la mentira, se ha convertido en un arma autodestructiva de la propia credibilidad de España, algo, que de ninguna manera nos podemos permitir.
La legislatura, se está haciendo muy larga para el Gobierno, pero lo que es mucho más grave tambien para los españoles.