El otro día el señor Casado dijo que “España no aguanta más” y basa en ello su posible llegada a la Presidencia del Gobierno, en unas futuras elecciones.
Es decir, en vez de ilusionar a los ciudadanos con un proyecto valiente y que contenga reformas fundamentales, parece basar su estrategia en lo mal que gestiona el Gobierno de Sánchez.
Pobre oferta, resignada oferta, que demuestra que el señor Casado, más parece esperar el fallo del adversario que presentar ideas propias ilusionantes.
El desgaste del centro derecha por la inacción y errores del tándem Casado-García Egea, va a acabar siendo un lastre difícil de superar para el propio Partido Popular. Desde su furibundo e inexplicable ataque en el Congreso al señor Abascal, el señor Casado no acierta en casi nada, sometiendo a su partido a un liderazgo que la gran parte de los militantes soportan a regañadientes.
O el señor Casado, se desprende del lastre político que supone los errores de su Secretario General o su futuro político puede quedarse en nada, y todo más por errores propios y falta de valentía política, que por la acción de sus adversarios políticos.
Con una España, sumida en una gran crisis social y económica el señor Casado y el señor García Egea parecen sólo preocupados de su propio sillón, olvidándose que los cargos hay que ganarlos con credibilidad y trabajo y no con filtraciones y jugadas cortoplacistas.