Es muy preocupante, como occidente da la sensación haberse puesto en modo “guerra” después de la invasión rusa de Ucrania.
El gran responsable del drama que viven los ciudadanos de Ucrania, es Vladimir Putin, no tengo duda alguna y como tal hay que actuar, máxime si se confirman como parece los asesinatos de civiles inocentes.
Pero dicho esto que es lo evidente y claro, también hay que decir, que no se puede cortar el diálogo para la búsqueda de un acuerdo, y da la sensación que no se están haciendo todos los esfuerzos, para parar la “barbarie” de la guerra.
La ONU, en vez de hablarnos del cambio climático, debiera de estar a través de su Secretario General, negociando con los dirigentes de Rusia y Ucrania, en busca de un acuerdo que pare la guerra.
Los representantes de la UE debieran de evitar echar más leña al fuego, por ejemplo expulsando diplomáticos rusos, una medida nada práctica y no parecen estar en esa posición, sino en una actitud belicista, que puede estar justificada en parte, pero que no nos llevará a ninguna solución para la población de Ucrania.
Joe Biden, es un Presidente sin escrúpulos, como ha demostrado durante la pandemia en Estados Unidos, quiere aprovechar ahora el conflicto, para aislar a Rusia, cosa que no conseguirá, porque muchos países como India e incluso Israel no están dispuestos a ello.
Si se confirma la actuación criminal del ejercito ruso con la población civil, como parece, Putin, deberá ser juzgado por el Tribunal de Derechos Humanos, pero otra cosa bien distinta es intentar buscar un diálogo que nos lleve a la paz, que es el camino que siempre hay que buscar, por ello, el juego de la guerra con el que parecen sentirse tan a gusto algunos es rechazable totalmente.
Si Europa, pretende mostrar su superioridad moral, que desde luego la tiene ante un individuo como Vladimir Putin, debe de dar ejemplo y no ser un mero apéndice de los intereses de la actual administración norteamericana, que en absoluto son coincidentes con los intereses de Europa, por mucho que tengamos que agradecer.