Es inexplicable, aunque seguro que tiene explicación: una guerra comercial y alimentaria provocada fomentada interesadamente.
No se entiende, que mientras el precio del barril de petróleo en junio del año del año 2.008 fuera de unos 136 dólares y ahora sea sensiblemente menor, este en unos 114, 4 dólares, tengamos que sufrir los consumidores unos precios record desorbitados, cuando el precio del crudo no está en absoluto en máximos.
Nadie entiende como ha denunciado uno de los refinadores de petróleo más importantes de Estados Unidos: John Catsimatidis, que Estados Unidos compre petróleo a Arabia Saudí cuando tiene reservas para 100 años como denuncia este refinador y se podrían bajar los precios del crudo a la mitad.
¿A que juega el Presidente Biden?.
Todo es muy grave y roza los delincuencial, máxime cuando el actual Presidente bloqueo las obras del oleoducto Canadá-Estados Unidos, aprobadas por el Presidente Trump y que proporcionaría 830.000 barriles diarios.
Se habla de la guerra de Putin, pero podría ser también la guerra de Biden, que parece muy interesado en complicar las cosas aún más y tomar decisiones que llevan a la pobreza y desesperación a medio mundo.
La guerra de Ucrania, ha sido utilizada para proyectos oscuros de sometimiento y pobreza en grandes capas de la sociedad, mientras unos pocos, se enriquecen con la venta de armamento, y especulación de precios, en lo que una guerra soterrada que obedece a oscuros intereses.
Nadie explica nada y todo son mentiras, exageraciones y miedos.