Falta de respeto, provocación, asco, intento de romper, de dividir a los españoles, maldad, podía seguir con muchos calificativos más la decisión de Correos de España, de hacer un sello con la hoz y el martillo el emblema comunista, como homenaje al PCE.
La ideología comunista, nada más que ha traído dolor, división y muerte.
La masacre de Katyn en Polonia en 1.940 por parte de la policía secreta rusa bajo las ordenes de Stalin, provocó nada menos que unas 22.000 ejecuciones, soldados Polacos, artistas intelectuales, que fueron ejecutados y enterrados por la NVKD soviética en tumbas comunes.
Rusia, no reconoció hasta 1.990, su autoría y responsabilidad.
Podemos recordar también, el genocidio de Pol Pot a cargo de los Jemeres rojos, apoyados por fuertemente por el Partido Comunista Chino.
También podemos recordar, la matanza de Paracuellos del Jarama en plena contienda civil española en la que se asesinaron no menos de 2.500 personas.
El dirigente comunista Santiago Carrillo, era uno de los responsables de orden público en aquel momento.
Podríamos seguir, con las muertes de miles de personas en los campos de concentración rusos, muertos de hambre y de frio, se pueden leer testimonios de los “gulags” como recoge en su libro “Archipiélago Gulag” de Aleksandr Solzhenjitsyn, que recoge su propia experiencia de los tormentos a los que se sometían a los disidentes o meramente sospechosos.
Que a estas altura de la historia, haya individuos en la Europa, que se llama de las libertades, que quieran hacer un homenaje a esta ideología es que no hemos aprendido nada de la experiencia y que el odio habita en muchos corazones.
Demasiada maldad, para poderla asimilar.