A cualquier español de bien, le debiera preocupar la ruptura de la concordia, nacida de la Constitución, basada en el perdón y en la búsqueda de un futuro en paz y libertad.
Este abrazo de la concordia nacional, representada incluso muy bien en alguna obra de arte, está siendo rota de manera irresponsable y con consecuencias imprevisibles.
El proceso, se inicio bajo el mandato de Rodríguez Zapatero, que comenzó desde el primer momento de su mandato, una revisión de la historia y una búsqueda continua de la división entre españoles, algo irresponsable y contrario a lo que debe hacer cualquier gobernante que quiera a su país.
La brecha en medio de la desidia de la oposición, se ha ido abriendo aún más, llegando a la actual situación bajo el mandato del Presidente Sánchez, que busca siempre una división permanente, porque cree que así obtendrá réditos políticos.
Todos aquellos enemigos de la unidad de España y de sus tradiciones, son los que el señor Sánchez busca como compañeros de viaje, llevándonos a una situación en extremo peligrosa , por la radicalidad de su propuestas.
La mentira y el engaño permanente, unido a incompetencia y radicalidad, están llevando a España a la UVI, a una situación de extrema debilidad institucional.
El riesgo en máximo y las libertades pueden correr serios riesgos y por supuesto, el propio Estado tal y como hasta ahora hemos conocido.
O se reacciona a tiempo o esto no hay quién lo pare. Muy preocupante para los españoles que quieran el bien.
En realidad España está a la deriva y sin un remolque al que trincarse.