No lo verán en grandes titulares, pero el Partido Republicano, se ha asegurado ya el control del congreso de los Estados Unidos al conseguir el asiento 218, cuando aun quedan por asignar algunos asientos más.
La victoria del Partido Republicano, significará que el próximo día tres de enero cuando tomen posesión los nuevos congresistas, tendrá esta Cámara un nuevo Presidente, en sustitución de la señora Pelosi, es decir la tercer autoridad de Estados Unidos, el Presidente del Congreso, será del Partido Republicano.
Los poderes del Congreso son muy amplios y en materia económica decisivos para la gobernabilidad.
El Congreso, redacta y debate proyectos de ley, controla las políticas fiscales, el gasto federal y tiene amplias capacidades para investigar y supervisar al Ejecutivo, tiene también potestades en materia de política exterior, aunque en este caso necesita también la aprobación del Senado.
Los Republicanos, ya han anunciado investigaciones que darán mucho que decir, sobre Hunter Biden, hijo del Presidente y con un historial de negocios en China lleno de interrogantes, también se investigará muy posiblemente toda la gestión de la crisis sanitaria del COVID-19 y en especial las decisiones del señor Fauci, tan controvertidas y llenas de lagunas y sospechas.
La guerra de Ucrania, con el control Republicano del Congreso, puede entrar en una fase de arreglo, pues han anunciado ya el bloqueo de fondos para Ucrania, lo que llevaría inexorablemente a una vía de solución.
Es decir, los medios, casi todos, de este lado del Atlántico, callan, pero pronto tendrán que informar de la realidad aunque no les guste.