Después del fracaso de la reunión de la cumbre sobre el clima de Egipto, es necesario denunciar y poner en su sitio tanta falacia y tanta mentira.
Señores que se reúnen en medio de un desierto y movilizan cientos de Jets en los aeropuertos cercanos y pagan cantidades vergonzosas por sus suites de hotel a cargo del maltrecho erario público de su respectivos países.
Steve Koonin, ex subsecretario de Ciencia del Departamento de Energía de Estados Unidos, bajo el mandato de Obama, reputado físico, con más de doscientos trabajos, sobre el clima, ha dicho en uno de los últimos trabajos, según recoge D Fernando del Pino-Calvo Sotelo en su BLOG, la importancia de la integridad en materia científica y su consternación al ver como se está engañando a las personas y como la continua repetición de falacias sobre el clima, se acaban convirtiendo en verdades admitidas.
En su último trabajo, por el que recibió la felicitación del Premio Nobel de Física, Robert Laughlin, dice que esta claro que se está tergiversando los informes de lo que dice realmente la ciencia sobre el clima y las catástrofes.
La ciencia necesita datos que sean fiables y las observaciones existentes en la actualidad son muy limitadas en el tiempo si entramos en relación, con la antigüedad de nuestro planeta.
Sin embargo, se puede decir que las observaciones realizadas desde hace más de un siglo indican que la mayoría de los fenómenos meteorológicos, extremos, no muestran ningún cambio significativo y en algún caso, como sucede en Estados Unidos, se producen menos diferencias extremas en materia de temperaturas y los huracanes y tornados no muestran ningún cambio climático atribuible a la acción humana.
Hay que recordar que la influencia humana, sobre el clima no supera el uno por ciento de la energía que fluye por la atmosfera.
En realidad, estamos ante un proceso iniciado hace unas tres décadas de intentar condicionar la acción humana y el propio desarrollo por parte élites interesadas en el control social y en otros posibles intereses oscuros.
Cuidar el planeta, es responsabilidad de todos, pero el alarmismo climático, no se sostiene, porque el hombre no es decisivo en absoluto en el cambio del clima, como quieren hacer creer.