El Gobierno, en medio de la complicidad de tantos aprovecha la Navidad para aprobar leyes tóxicas para la sociedad, de consecuencias impredecibles, para las familias y las personas.
El Ejecutivo de Sánchez, será recordado como responsable de leyes absurdas y lesivas para la sociedad.
No es progresismo, al contrario; todo gira en torno a inmiscuirse en la vida de las personas, limitando su espacio vital natural y un comportamiento auténticamente libre.
Un Gobierno, que es incapaz de rectificar, de reconocer errores y que divide y crispa la sociedad, es un Gobierno irresponsable y que pueda causar con su actuación una división social, que luego cueste muchos años cerrar.
Las libertades autenticas, están en juego en España y se deja que el país funcione como los que quieren destruirle, realmente, algo inédito.
La sociedad civil, debe de reaccionar, no se trata de bandos ideológicos, sino en escoger entre el bien y el mal, porque el Gobierno ha optado por defender a los que no respetan las leyes, mientras la ciudadanía, asiste atónita a un proceso de destrucción de la nación y de su convivencia.
Los pilares de igualdad ante la ley se han roto, la defensa del bien común también y se establece una especie de legislación “a la carta”, algo realmente increíble en un país democrático. Todo ello se hace en plena Navidad, deprisa sin los informes preceptivos, para no dejar que la sociedad sea capaz de evaluar el calado de estas decisiones. Los actuales dirigentes, serán juzgados muy duramente por la historia, e igual antes por otros Tribunales.