No sale gratis a la sociedad en su conjunto la perdida de valores y de una educación familiar y escolar.
Viendo en unas fotos de cómo quedaron las calles anexas a las zonas de vinos, calle Cañadio, Santa Lucía y anexas, después de la celebración del año nuevo, nos podemos hacer idea del proceso de “barbarie” en el que está entrando la sociedad.
Calles, llenas de botellas, bolsas, suciedad, que en nada se pueden justificar para divertirse, más parecía, que hubiera pasado por allí Atila y sus tropas, que jóvenes, que dicen estaban divirtiéndose recibiendo al nuevo año.
Estamos recogiendo los frutos y seguiremos recogiendo más frutos en adelante, de la desestructuración familiar, de la falta de disciplina en los centros escolares, de la falta de educación global y por supuesto como no, del mal ejemplo de nuestros dirigentes, por lo general mal educados, soberbios e irresponsables, que miran hacia otro lado, pues prefieren una sociedad estúpida para manipularla, una sociedad donde la miseria no de horizontes de libertad al ser humano.
Me pregunto:¿Cómo tendrán en su interior, las viviendas de esta “tropa” de niños mal educados?. Me supongo, que allí no se comportaran igual que en estas calles donde supuestamente se divierten.
Por supuesto que entiendo y me solidarizo con los vecinos de estas zonas y justifico que “estén hasta las narices” de tanta inacción y de que nadie ponga orden a las cosas o por lo menos lo intente, aunque sea impopular.
Por lo tanto, esto es el principio de una sociedad con perdón “basura”, aunque obviamente haya excepciones maravillosas.
Si esto es el progresismo, podemos apagar la luz y marcharnos a un lugar solitario, porque vivir en comunidad se hará con el paso de tiempo insoportable.