Ya están reunidos algunos de los más poderosos del mundo, en el llamado Foro de Davos, una pequeña localidad suiza enclavada en el corazón de los Alpes y considerada como la ciudad situada a más altitud.
Allí desde principio de los años noventa, se reúnen algunos de los más poderosos del mundo, que no más inteligentes y sensatos, como sus habituales recomendaciones demuestran.
Estos personajes, no representan a nadie, sólo a si mismo y a sus propios intereses, que en general, no son coincidentes con los de la mayoría de la población mundial.
Inundan los parking de los pequeños aeropuertos cercanos, con sus Jets de última generación, mostrando al mundo su poderío y desfachatez, para luego recomendar las cosas más absurdas que pueda un ser humano sensato escuchar.
Estos personajes, casi todos, seguro que hay alguna excepción, les importa el bienestar de las personas con perdón “un pimiento”, ello se demuestra que cada vez las cosas en materia económica y social van peor y sobre todo en materia de libertades y derechos humanos.
Sin embargo, tenemos a gran parte de los dirigentes de medio mundo, que como “marionetas” se prestan a pasar unos pocos días a costa del erario público, alternando con estos personajes poderosos.
Es como, si fueran a recibir instrucciones, para luego seguir aparentemente beneficiando los intereses de unos pocos.
Algunos de estos personajes, controlan indirectamente o directamente muchos medios de comunicación y por lo tanto apenas podrán encontrar crítica u objeción alguna.
Los últimos años, esta serie de personajes a través de sus terminales de poder, están arruinando los países aumentando la deuda pública de la mayoría, luego dirán, que es necesario un “reseteo”, que el dinero no vale y nada y que hay que experimentar con otra cosa.
En realidad, queriéndolo o no, estos personajes son los principales enemigos de las clases medias y trabajadoras, porque aspiran a dejarnos sin blanca y luego darnos una “paguita” universal, siempre y cuando respetemos sus normas.
Espero que algún día, próximo a la sociedad reaccione y quite a estos señores tanto poder y tanto consejo, que por cierto, ellos no se aplican.