Vivimos en una sociedad carente de valores y de referencia morales y éticas.
El tributo a pagar por ello, es muy grande y no creo que sea soportable mucho tiempo más, hasta que se produzca una “implosión” de la propia sociedad.
Si al ser humano se le vacía de valores éticos, espirituales y morales, se le convierte en una especie de objeto de consumo, que justifica cualquier cuestión, rompiendo las costuras sobre las que ha estado “pivotando” durante siglos la propia sociedad.
Todo ello, está afectando al propio funcionamiento normal de la sociedad y creando multitud de problemas sociales y también en las propias personas que ven sus horizontes, únicamente desde el punto de vista material.
Una sociedad sin valores de ningún tipo, en una sociedad en serio riesgo de desaparecer, y esos signos son cada vez más evidentes.
Cada vez menos número de nacimientos, aumento de la tasa de suicidios, soledad y desesperanza, aumento de las enfermedades de tipo mental y un largo etc.
Nuestros dirigentes, los peor formados y con menos criterio en décadas, son también como parte de la sociedad, parte del problema, junto con unos medios de comunicación que parecen sólo ver sus cuentas de resultados y se prestan muchos casos a ocultar la verdad en tanto y tantos temas.
Esto no funciona, y no funciona casi nada. No querer verlo es absurdo y además peligroso. El castillo de naipes se cae y nadie parece querer percibirlo.