La falta de ética y de vergüenza de los miembros del Tribunal Constitucional, que en vez de inhibirse y no participar en la sentencia sobre el aborto, en la que como miembros del Gobierno algunos de ellos, han participado directa o indirectamente anteriormente, antes de ser Magistrados, es un escándalo de grandes proporciones.
Un ex Ministro de Justicia, que ha estado en el Gobierno hace poco tiempo, una alto cargo de la Moncloa, el que fue Fiscal General durante la promulgación de la ley recurrida y así podemos seguir.
En este comentario, no pretende entrar en el fondo de la cuestión, que por cierto no tiene justificación alguna, sino en que algunas de las personas que han tomado la decisión de que el aborto sea un derecho, debieran estar inhabilitadas para tal cuestión por incompatibilidades manifiestas, que cualquier Tribunal hubiera tenido en cuenta.
Estos personajes, han puesto y ponen con su decisión en cuestión, la división de poderes y por lo tanto la democracia en peligro.
Los Jueces de cualquier Tribunal, no sólo deben de ser imparciales, sino parecerlo, lo que obviamente no ocurre con alguno de los miembros del Tribunal Constitucional.
No se si cuando se afeitan, por la mañana estos señores, piensan que su labor debiera de estar muy por encima de ideologías .
La historia les juzgará muy duramente y estoy seguro que pronto se avergonzarán de la decisión tomada, cuando tan fácil era inhibirse.
Desde luego, es de esperar que los Tribunales Europeos, a donde se va a recurrir tal despropósito avergüence a estos señores, aunque se tarde con una resolución que deje claro que ellos por claras incompatibilidades, no debieran haberse pronunciado y por lo tanto la decisión es nula.
Con este tipo de actuaciones, se puede decir que la democracia española, corre serios riesgos.