Es incomprensible, que los partidos políticos de la oposición y la propia sociedad española en general, haya consentido si rechistar, el que se celebren unas elecciones generales tan decisivas para España, en plena canícula, con medio país de vacaciones.
Nadie que sea un demócrata de verdad, y que quiera la libertad de los ciudadanos, hubiera convocado en estas fechas unos comicios.
En medio de un puente, en muchos lugares, con el periodo vacacional más fuerte, y encima sin poner en condiciones los medios suficientes para realizar el voto por correo, como han denunciado los propios sindicatos del sector.
Con que un solo voto, quede sin poder emitirse por culpa de esta decisión, se debieran de anular los comicios.
Sólo unos políticos “bananeros” con perdón, se atreven a tomar una decisión de tal calado.
Mientras, los partidos de la oposición “mirando para toro lado”, sin darse cuenta de los riesgos de legitimidad que puede tener este proceso tan irregular.