SOCIEDAD EGOISTA E INSOLIDARIA

El egoísmo y la insolidaridad, se están convirtiendo en dos autenticas enfermedades, de muy graves consecuencias y que llevan a la sociedad en su conjunto “al desastre”.

Cuando conocemos en directo, cómo muchos de nuestro mayores, que han dado todo por hacer una España mejor, han trabajado para dar unos estudios a sus hijos, para que en definitiva disfrutaran de una vida mejor; muchos de estos mayores, demasiados, viven en la soledad de sus casas, sin que prácticamente nadie vaya a visitarles o en una residencia, donde pasan los días y los meses y en algunos casos nadie va a visitarles y a pasar un rato con ellos, aunque hayan perdido la cabeza por el Alzheimer, o estén inmovilizados en una silla de ruedas.

¿Qué sociedad se está construyendo?. La palabra compasión, a desconocen muchos de nuestros jóvenes y no tan jóvenes.

Este reflejo tóxico de una importante parte de la sociedad, tiene su reflejo político en los nacionalismos periféricos, que no son otra forma que un egoísmo que ya se hace insoportable.

¿Qué hay de lo mío?. Nos suben las pensiones, por lo tanto les voto, porque me interesa, a nadie le importa que estemos casi “quebrados”, que dejemos a nuestro hijos una deuda insoportable.

El comportamiento lamentable de la mayoría de la clase política, es el reflejo de una sociedad “rota” y sin horizonte alguno, nada más que el pensar en uno mismo.

Hay que parar esta forma de actuar, que ya se ha trasladado a la vida política.

La “patada” al tablero político y social de occidente es urgente.

Si una “patada”, con democracia de verdad, en la que el pueblo sea ciertamente soberano y los partidos no obedezcan a dueños desconocidos y lejanos, una democracia, en la que se mire por el bienestar de todas la personas y no de unas pequeñas élites extractoras, una democracia, en la que se pueda opinar sin miedo a ser “asesinado” socialmente por no decir lo que unos pocos consideran “políticamente” correcto.

Alguien, tiene que dar una “patada” democrática y con respeto a las leyes, a un sistema que se cae a trozos por su podredumbre.

Por ello, unos pocos con sus parafernalia mediática en occidente, no quieren, que entre aire nuevo a la política, ni formas ni maneras distintas y por ello, se ponen muy nerviosos cuando vislumbran que alguien puede abrir los ojos a una sociedad tan engañada y manipulada.

Todo ello, si Dios quiere, lo veremos en las elecciones al Parlamento Europeo del próximo año.