Los partidos independentistas de Cataluña y el País Vasco, no quieren en realidad la independencia, sino tener privilegios y financiación del resto de España y competir de manera ventajosa.
Si el resto de España, planteará a estos dos territorios su independencia total del resto de España, se crearía un problema interno en los partidos independentistas, que aparentemente son más favorables, porque les dejaría sin su razón de existir y llevaría a ambos territorios a situaciones económicas insoportables.
Por ejemplo, el País Vasco, no tendría capacidad para pagar sus pensiones y Cataluña con una deuda inmensa tendría una recesión “de caballo”.
Estos juegos florales de los partidos independentistas, deberían ser contestados desde el resto de España, pues no es de recibo, seguir aguantando la parálisis de este país por una minoría de la población y mucho menos, el seguir dando ventajas especiales a estas Comunidades en detrimento del resto.
Es necesario, que se produzca una respuesta global, ante “el chantaje” del independentismo a toda la nación, en busca de privilegios económicos de todo tipo.
España, no puede seguir soportando, que el centro de su política este marcado por el egoísmo y la desvergüenza de una minoría.
Es hora de preguntar si quieren vivir en unidad y si no quieren, que sufran las consecuencias de su decisión, por lo menos viviremos en paz y en concordia y no soportando todos los días sus reivindicaciones inasumibles e interminables.