La crisis agrícola paraliza Francia y Alemania y amenaza a España, en próximas fechas.
Cuando los dirigentes políticos legislan en contra de los intereses de sectores completos como el agrícola y el ganadero, sirviendo indirectamente a intereses ajenos, es lógico que la sociedad reaccione.
La Comisión Europea y el Parlamento Europeo, deben de rectificar rápidamente y modificar leyes y normas que nadie entiende y que más parecen obedecer a intereses de grupos de poder, ajenos a los intereses de unos sectores tan básicos como el de la agricultura y la ganadería.
Las protestas van en aumento, primero fue Holanda, después Alemania, en España, se está organizando otra gran protesta y evidentemente la políticas suicidas de la UE, acabarán feneciendo, porque de lo contrario, los riesgos se trasladaran a la propia supervivencia de la UE.
Si los ciudadanos perciben con nitidez que la UE, no sirve para defender su desarrollo y bienestar, es lógico que piensen que la UE pueda ser un mecanismo prescindible y caro.
El globalismo, con Soros y otros personajes, como Gates, ha desarrollado a través de sus organizaciones influencias catastróficas en materia climática y alimentaria y sólo el poder de la sociedad, a través de su presión podrá frenar tanta demagogia y estupidez, como la que los dirigentes europeos han desarrollado en los últimos años.