Las protestas ganaderas a las que se sumaran otros sectores, son una especie de válvula de escape de una sociedad agotada, cansada de una clase política, que vive por lo general, ajena de los intereses de muchas capas de la sociedad y a los intentos de controlar el trabajo y la hacienda de autónomos, agricultores, ganaderos, transportistas, pescadores.
En realidad, de todos aquellos que la clase dirigente no puede controlar.
Ha llegado la hora de la verdad y en cuestión de pocos meses, las fuerzas políticas deberán de explicarse y decir sin defienden la Agenda 20-30 o por el contrario la rechazan.
Sin duda, será una prueba tremenda para algunas fuerzas políticas de la derecha, especialmente el Partido Popular Europeo, que en muchos países de Europa ya se quiere desmarcar, ante el riesgo de un “tsunami” electoral.
El personal me refiero a los electores, se ha dando cuenta que la Agenda 20-30 y sus bonitas palabras, supone un engaño para que la sociedad trague con restricciones, control y menor libertad.
La Agenda 20-30, es una coraza par las élites y el control de la sociedad, además de un empobrecimiento de las clases medias.
Por lo tanto, el miedo está llegando a las cancillerías y es muy posible que la reacción social vaya en aumento.
Estamos en un proceso global, en el que la libertad quiere ser cuestionada a través de experimentos sociales y normas que nadie ha aprobado, por lo tanto, es hora de actuar desde la responsabilidad personal, en defensa de la libertad de los seres humanos ante el serio riesgo que corren nuestras libertades.