La pérdida de sentido común y de sentido del bien y del mal, es algo que podemos apreciar en cada gasto de esta sociedad, de nuestro dirigentes.
Mientras por avería y falta de medios, no se pueden abordar muchos proyectos de todo tipo, por ejemplo tener unas patrulleras en buen estado técnico en el Estrecho, descender la deuda pública, acabar con las colas en la sanidad, en España, se gasta en fiestas absurdas y que no aportan nada, sólo al lucimiento de uno pocos, como los Premios Goya, un carrusel de vanidades y de movimientos absurdos para premiar a una élite.
En esta España nuestra, se hace vital, priorizar lo necesario y acabar con gastos absurdos.
Mientras la patrulleras no pudieron salir en el Estrecho, por estar averiadas, el señor Sánchez, hizo volar su Falcón desde Torrejón a la dos de la madrugada para recogerle después de asistir a los Premios Goya y regresar a Madrid,
en un vuelo de quince minutos, A estos supuestos ecologistas, les importa “un pimiento”, lo que ellos llaman cambio climático, es toda una estrategia para hacernos esclavos de sus caprichos..
Un viaje de hora y media entre Valladolid y Madrid, en un coche de alta gama, es demasiado para el señor Sánchez, que bien se podría haber quedado en su casa en señal de luto y respeto por el asesinato de dos guardias civiles, pero tenia que estar en Valladolid, con su “troupe” de realidad virtual para sentirse feliz entre los suyos, dado que cada vez pude salir menos en condiciones normales, entre el resto de los ciudadanos.
En realidad, casi todo lo que vemos últimamente en España, en este aspecto, demuestra la podredumbre de una clase política, como reflejo de una sociedad también podrida hasta límites desconocidos.