La lucha contra el narcotráfico debe de ser intensa y continua, de lo contrario, las redes de narcotraficantes, se asientan en los territorios corrompiendo a una parte de la sociedad y el problema pasa de ser coyuntural a ser de muy difícil erradicación.
La situación en algunas poblaciones de la zona del Estrecho, empieza a ser de gravedad, dado que debido a los altos niveles de paro, muchos jóvenes ven en el narcotráfico un salida con dinero fácil y rápido.
Las autoridades españolas, llevan años mirando hacía otro lado, como si el problema no fuera evitable; pero lo ocurrido la pasada semana, con el fallecimiento de dos agentes de la Benemérita, debiera de suponer un antes y un después.
Es de máxima urgencia, dotar con los medios necesarios tanto técnicos, es decir patrulleras, que desarrollen velocidad suficiente, como personal para combatir una lacra que puede convertir la zona en una especie de “Sinaloa” en Europa.
¿A quién beneficia el narcotráfico, en la zona del Estrecho de Gibraltar?
Sin duda a Marruecos, donde se asientan grandes redes de narcos con posesiones de todo tipo y donde los campos de cultivo son muy importantes.
Me pregunto, si la disolución de el grupo de especialistas en la lucha contra el narcotráfico, denominado OCON SUR, ha tenido algo que ver con alguna presión externa; por supuesto es una pregunta, de la que nunca tendremos respuesta.
Estamos en manos de políticos irresponsables, incapaces de velar por el bien común y sin un ápice de dignidad.
Son desde luego, síntomas muy similares a los de una especie de Estado fallido, donde los fuertes campan a sus anchas y los débiles tienen están sometidos a las leyes.